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Un día típicamente inglés

La lluvia, protagonista de la jornada festiva de la selección

Santiago Segurola

Los jugadores españoles apreciaron eso que se llama un día típicamente inglés durante la jornada de descanso que les concedió Clemente. Llovió sin tregua sobre Leeds, envuelta la ciudad en un gris que disuadió a algunos jugadores de abandonar el hotel. Seis futbolistas -Sergi, Amor, Guerrero, Donato, Zubizarreta y Nadal- decidieron gastar el día en Oulton, sin otra cosa que hacer que charlar, disfrutar por televisión del sabroso Italia-Rusia y esperar la hora de la cena.Otros se mostraron más activos, a pesar de la tristeza del día. Clemente salió desafiante al campo de golf a primera hora de la mañana. Le acompañaba Manuel Delgado, el preparador físico de la selección. Protegido por un chubasquero y un paraguas, Clemente recorrió los 18 hoyos como siempre: a paso rápido. Zubizarreta también tenía preparados los palos, pero esperó hasta media tarde para jugar al golf. Tuvo suerte, porque durante un par de horas cesó el aguacero.

Varios jugadores visitaron por primera vez la piscina cubierta del hotel. Mezclados con algunos clientes del hotel, utilizaron el jacuzzi y luego hicieron algunos largos frente al objetivo de los fotógrafos, los más preocupados por seguir la agenda festiva de los futbolistas.

El grueso de la expedición de internacionales se trasladó a Leeds antes del almuerzo. Se encontraron con una ciudad industrial, típica de la revolución burguesa del diecinueve, una ciudad que quiere salir de la depresión que afectó a la Inglaterra del norte durante el periodo thatcheriano. Leeds, que pasa por una ciudad interesada por los movimientos de vanguardia en el arte y el diseño, no parece especialmente sensible a la Eurocopa. Los jugadores pasearon anónimos entre la gente, sólo perseguidos por los periodistas españoles.

La comida fue en La Comida, un restaurante regentado desde 1989 por Vicente Rodríguez, un valenciano que emigró a Leeds en 1966. Socio del Leeds y patrocinador del equipo de veteranos del club, Vicente Rodríguez vive días atareados. Su restaurante se ha convertido en uno de los principales puntos de referencia de los aficionados españoles que han viajado a la Eurocopa.

Los internacionales dedicaron la tarde a realizar algunas compras, una jornada tranquila en un día desapacible, a la espera de la llegada de los familiares, que arribarán mañana a Leeds en un vuelo fletado por la federación.

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