Olano deja el Giro satisfecho
El ciclista español todavía no ha decidido si correrá el Tour
A Abraham Olano no le gusta mirar hacia atrás ni comparar. Terminada una carrera cierra el libro, aunque él haya sido el protagonista de la historia, y empieza otra novela. Pero sí que le gusta calcular. Al Giro le ha faltado una contrarreloj, responde bromeando cuando se le pregunta por la clave de su tercer puesto.En realidad, no es asunto de broma. Los 62 kilómetros de contrarreloj de este año han sido el número más corto de las últimas ediciones, prácticamente la mitad de los disputados en 1990. Un especialista en la lucha contra el crono suele sacar entre dos y tres segundos por kilómetro a un escalador que luche por la general. En un puerto como el Mortirolo, situado, además, estratégicamente, como último obstáculo de la carrera, un hombre grande que se defiende en la montaña pierde 12 segundos por kilómetro. Olano, amigo de las cifras, no perdió allí el Giro. Tardó en subirlo sólo 15 segundos más que Induráin en 1994, mientras que Gotti y Tonkov lo ascendieron en un minuto menos que Pantani, ganador en el 94. Sólo los 11 kilómetros de ascensión al Mortirolo valieron por los 62 de la contrarreloj de Marostica. El resto de las ascensiones -cinco finales en alto, siete puertos de más de 2.000 metros- fueron en el inventario un beneficio para la nueva producción en cadena del ciclismo italiano, que aún accidentado Pantani, no deja de sacar al mercado. Fueron para disfrute de los Zaina, Gotti y compañía. Y del ganador, Tonkov, que por un solo día de sufrimiento en territorio enemigo, ha disfrutado de cinco para emboscar al rival en terreno propio. Olano aguantó en cuatro -enfermo, cedió lo mínimo en el Sirino; en Pratonevoso perdió sólo segundos; en el Izoard, la etapa tipo Tour, demostró que ese tipo de recorridos no se le atragantan; hizo una demostración en la Marmolada- y no tuvo más remedio que caer en el quinto.
"La víspera del Mortirolo ya sabía que era prácticamente ¡mposible", confesó ayer. "Pero yo cuando asumo una responsabilidad quiero hacerlo lo mejor posible. Y creo que he hecho un gran Giro". Olano afrontó la última etapa alpina, además, en las peores condiciones tácticas. Al no haber conseguido implantar la jerarquía en la contrarreloj, los hombres que luchaban por el podio, los escaladores, le borraron de la lista de aliados estratégicos: el cuarto jinete del Mortirolo sería Tonkov. El tiempo ganado en su especialidad debería haber sido el tiempo necesario para gestionar la carrera a su favor. Puede que Olano no fallara en la contrarreloj -él lo repite, aunque su director, Juan Fernández, mantiene que podría haberlo hecho mejor al igual que en la llegada a Pratonevoso-, pero quien logró ganar allí el Giro fue Tonkov. Aunque a Olano no le gusten las comparaciones, se le puede recordar que el podio de este Giro es similar al de hace dos años, la última vez que se subió el Mortirolo. También ganó un ruso -Berzin-, segundo acabó un escalador -entonces Pantani- y tercero: Induráin. Las coincidencias acaban ahí.
"Cuando se retire lnduráin", dice el sabio Ferretti, director del MG, "Olano será uno de los hombres que encabecen la nueva jerarquía mundial. Es fuerte, tiene espíritu de lucha, es ambicioso, inconformista, tiene una magnífica cabeza y sabe sufrir, pero nunca podrá ser el nuevo Induráin. Induráin tiene todo eso y algo más". Aunque lo más probable es que dentro de tres semanas vayan a verse las caras los dos en Hertogenbosch, en el prólogo del Tour. "He terminado el Giro con gasolina de sobra, pero tengo ganas de descansar", dice Olano, quien será el que decida finalmente si corre el Tour. Experiencia y madurez que cree su director que es lo que necesita para ganar algún año el Tour. "Para ello, debe correr este año", dice Fernández. "He aprendido mucho, a ser combativo, a estar siempre atento. He mejorado respecto al año pasado y espero seguir mejorando. Y si corro el Tour, a eso iré, a seguir mejorando", concluye Olano.
El punto final en la etapa de ayer lo puso un ruso, Utschakov, por delante de otro ruso, Sivakov. Como no podía ser menos en un, Giro ganado por Tonkov.
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