El sabor agridulce del empate
Clemente: "Teníamos que haber ganado porque la iniciativa siempre fue nuestra"
Un gusto agridulce daba vueltas por el paladar del grupo español. Hubo coincidencia en que, de acuerdo al discurrir del choque, se desperdició una ocasión única para revolcar a la selección búlgara y, en contrapartida, cierta sensación de alivio por evitar la derrota cuando en momentos puntuales del partido se llegó a temer por ella. Incluso el colectivo búlgaro reconoció que la jerarquía del encuentro correspondió a España. El problema es que la discontinuidad búlgara estuvo a punto de decantar un partido que podía resumirse en 10 minutos. Todo lo que pasó en un choque inanimado, sin clima, se concentró en diez vueltas de reloj.Tiempo más que suficiente para que Alfonso obligue a remirar los archivos para saber si el suyo fue el gol más rápido que un futbolista logra en la Eurocopa en el momento de saltar al campo. "El primer balón que toco fue gol y no tardé nada -segundos mal contados- en contactar con el cuero", argumentó Alfonso. "Debe ser, claro, el gol más rápido de mi vida". "Ha sido una pena que no sirviera para ganar", agregó. "Tuvimos ocasiones para decidir en el primer tiempo, y luego hemos podido empatar por nuestra insistencia".
Pizzi manifestó que su intención era jugar el balón y no provocar la falta que supuso su expulsión. El delantero español es consciente de que le caerán uno o dos partidos. No obstante, señaló que, a pesar del empate, el equipo sigue teniendo las mismas posibilidades que antes del encuentro. "Alentaré a mis compañeros con la amargura que significa hacerlo desde el banquillo", agregó el ariete.
La jugada del gol de Bulgaria encendió la polémica entre los dos bandos: penalti claro para los búlgaros y jugada dudosa para los españoles. "Tengo que ver la acción por televisión. Yo diría que casi no le toco", manifestó Sergi. Zubizarreta, que sí vio la jugada, expuso: "La pelota quedó enredada en as piernas de Kostadinov, la pierde y luego se cae por la presión que ejerce desde atrás Sergi".
Javier Clemente únicamente habló del árbitro para decir que estuvo correcto, "aunque quizá no habría expulsado a Pizzi si no hubiera mediado antes la tarjeta roja a Houbtchev". "Con Pizzi en el campo no les habríamos dejado salir del área en el último cuarto de hora", razonó. "Teníamos que haber ganado, porque la iniciativa del juego siempre fue nuestra. El juego de presión y fuerza ha corrido de nuestra parte mientras que Bulgaria sólo ha tocado el cuero durante un rato del segundo tiempo". El técnico defendió la fortaleza de su equipo -"sólo hemos bajado algo en ciertos momentos, pero no más que los búlgaros"- y calificó el partido de duro y fatigoso.
Femando Hierro tampoco estaba contento con el resultado: "Parecía que íbamos a ganar y al final hemos perdido la oportunidad de obtener los tres puntos. El equipo, en cualquier caso, ha dado sensación de poderío".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.