LA PRINCESA APROBÓ

Victoria, la heredera del trono de Suecia, terminó esta semana sus estudios preuniversitarios, una etapa importante en la vida estudiantil, que es celebrada con mucha algarabía, cantos, bailes y champaña, por los protagonistas. Las cámaras de televisión y de los fotógrafos de prensa registraron el momento en que Victoria salía, junto con sus demás compañeros, de la escuela privada a la que concurría y se abrazaba saltando con ellos, festejando el fin de los cursos. Para los padres también es un motivo de satisfacción, y no lo fue menos para los reyes Carlos Gustavo y Silvia, que esperaron a la primogénita en la calle para felicitarla. Después, en un Pontiac rojo descapotable modelo 1966, conducido por el rey, que tiene debilidad por los automóviles, Victoria recorrió las calles de Estocolmo hasta la residencia real. El rector de la escuela rehusó dar a conocer sus calificaciones argumentando que se trata de un asunto privado. Es del dominio público que Victoria, de 19 años, sufre de dislexia, una dificultad para leer y escribir que heredó de su padre, y que, según confesión propia, le ha obligado a redoblar sus esfuerzos en los estudios.-