Espejismo
En estos días han sucedido en Madrid dos hechos que invitan a la reflexión: el simulacro / espectáculo de catástrofe aérea transmitido en directo por la televisión todavía autonómica, y la romería futbolística mitad fiesta mitad esperpento. El primero es un alarde propagandístico de dudosa efectividad que da que pensar sobre los nuevos tiempos que se avecinan; el segundo va camino de convertirse en materia de estudio sociológico. Y mientras tanto, la ciudad languidece ante la perenne e inexpresiva sonrisa de su alcalde. ¿Fue Madrid una urbe floreciente y cosmopolita alguna vez? Quizá algunos soñamos algo parecido a principios de los ochenta. Fue un espejismo.-
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