Arantxa se quita complejos
Sánchez Vicario y Conchita, en semifinales con Graf y Novotna, que venció a Seles
Arantxa Sánchez, de 24 años, dejó ayer todos sus complejos en la pista Suzanne Lenglen de Roland Garros y accedió a las semifinales. Con un juego defensivo y buscando más el error de su rival que ganar los puntos, Arantxa ofreció una lección de pundonor y acabó derrotando a la eslovaca Karina Habsudova por 6-2, 6-7 (4-7), 10-8 tras tres horas de lucha épica. Conchita Martínez se ganó su plaza de una forma más cómoda superando a la norteamericana Lindsay Davenport por 6-1, 6-3. Arantxa, que ha disputado al menos las semifinales en París desde 1991, se enfrentará a la checa Jana Novotna, que eliminó a Monica Seles -campeona en 1990, 1991 y 1992-. Conchita Marlínez, semifinalista por tercera vez consecutiva, jugará ante la alemana Steffi Graf, que derrotó a Iva Majoli.Arantxa pudo con todo: con un público que nunca la comprendió, con una tenista que tiene un juego más completo que ella, y con su propia responsabilidad. Se fue de la pista en medio de una sonora pitada por el juego desplegado, pero con un brazo levantado en señal de victoria y tras saludar a su madre y a los duques de Lugo, que se emocionaron con su triunfo.
La de ayer fue una Arantxa distinta de la que habíamos visto la temporada pasada y parte de ésta. Volvió a ser la chica rebelde que se negaba a rendirse ante cualquier situación, que sacaba fuerzas de sus propias flaquezas para seguir adelante, que era capaz de romper cualquier pronóstico por arriesgado que ello pareciera. Esa Arantxa ganó tres torneos del Grand Slam en situaciones realmente complicadas, por la simple razón de que poseía una fuerza mental muy superior a la de cualquiera de sus rivales.
Pero cuando alcanzó el liderato mundial en 1995, sus esquemas se resquebrajaron. Se negaba a jugar como una tenista defensiva y quería mostrar a todo el mundo que también ella poseía los golpes propios de una gran campeona. Comenzó a jugar de una forma que no era la suya. Y, aunque siguió mantiéndose entre las tres mejores jugadoras mundiales porque tiene calidad sobrada para ello, perdió parte de su identidad.
Sin embargo, ayer la recuperó. No le importó que el público la pitara cuando ella levantaba la bola y proseguía los puntos tirando globos esperando la ocasión oportuna para lanzar su ataque definitivo. No la preocupó que la tacharan de pasabolas, que la increparan, que se ofendieran, que aplaudieran sus errores, y que reservaran los mejores vítores para Habsudova. Nada de eso consiguió modificar sus decisiones. Su inteligencia natural le decía que aquella era la forma de acabar ganando a la eslovaca. Y así se mantuvo hasta que el marcador situó aquel esperado 10-8 final.
En realidad, Arantxa pudo concluir mucho antes el partido. Dispuso de dos bolas de partido en la segunda manga, con 5-4 y servicio, que no logró rematar. Hasta aquel momento había mantenido por completo el partido bajo control, jugando de una forma inteligente y cortando absolutamente el ritmo del encuentro. Habsudova, de 22 años y 26º mundial, se estaba volviendo loca y cometía un error tras otro -18 en el set inicial-.
Pero a partir de entonces, Arantxa perdió la concentración e intentó vencer a Habsudova pegando palos. Era un error que ya antes habían cometido Martina Hingis (15ª cabeza de serie) y Anke Huber (6ª). Cuando le dio ritmo, Habsudova, una pegadora con gran futuro por delante, remontó el vuelo y llevó a Arantxa hasta las cuerdas. La tuvo a tiro y sirvió dos veces para ganar el partido. Pero fue entonces, en aquellos momentos decisivos, cuando la española recuperó la calma, centró su cabeza y volvió a su juego. Sin complejos. Con la única mentalidad de ganar. Y para desespero del público logró su objetivo.
"Arantxa es la número tres mundial y se merece un respeto porque es una gran tenista. Jugó con globos porque quería ganar", respondió Habsudova a las demoledoras preguntas contra Arantxa que le dirigieron algunos periodistas en la conferencia de prensa posterior al partido. Y la propia Arantxa se defendió cuando un inglés le dijo que su tenis alejaba al público de la pista. "Me da lo mismo lo que diga el público", afirmó la española. "A Habsudova le iba mal este tipo de juego y por eso lo he hecho. Creo que acerté la táctica. Pero no soy la única que lo hace, hay muchas otras que también recurren a lanzar bolas altas. No esperaba esta reacción del público, porque aquí he jugado grandes partidos, pero me ha ayudado a sacar mi genio", concluyó.
Resultados
Masculinos. Cuartos de final. Kafelnikov (Rusia, 6 cabeza de serie) vence a Krajicek (Holanda, 13) por 6-3, 6-4, 6-7 (4-7), 6-2. Sampras (EEUU, 1), a Courier (EEUU, 7) por 6-7 (4-7), 4-6, 6-4, 6-4, 6-4.Femeninos. Cuartos de final: Arantxa (4), a Habsudova (Eslovaquia) por 6-2, 6-7 (4-7), 10-8. Conchita (3), a Davenport (EEUU, 9) por 6-1, 6-3. Novotna (R. Checa, 10), a Seles (EEUU, 2) por 7-6 (97), 6-3. Graf (Alemania, 1), a Majoli (Croacia, 5) por 6-3, 6-1.
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