El Rey pide en Bilbao "unidad sin fisuras" para combatir la violencia terrorista

El rey Juan Carlos animó ayer en Bilbao a las fuerzas políticas y sociales del País Vasco a comprometerse en la búsqueda de "una respuesta adecuada" al paro y al terrorismo, en una jornada en la que los monarcas mantuvieron un encuentro con 800 personas, integrantes de los diversos sectores de la sociedad vizcaína. Acompañado por la reina Sofía, el Monarca inauguró a mediodía el X Congreso Mundial de las Tecnologías de la Información con un discurso en el que instó a las fuerzas políticas a forjar "una unidad sin fisuras" en la lucha contra la violencia terrorista.

"Desde esta tierra vasca en la que hoy nos encontramos, particularmente afectada, contra su voluntad mayoritaria, por esa lacra infame de la violencia terrorista, quiero enviar a todos un mensaje de confianza", dijo el Rey. "Estad seguros de que la unidad sin fisuras de todas las fuerzas políticas y la adhesión inquebrantable de la ciudadanía, de las que el pueblo vasco tan continuas muestras viene dando, acabarán imponiéndose a ese fanatismo absurdo y cruel que tanta muerte y tanto sufrimiento inútiles continúa causando", añadió don Juan Carlos.Una hora después de que el Rey pronunciara estas palabras, una mujer de 33 años, Edurne B. G., y un joven, Kepa M. T., eran hospitalizados, la primera con insuficiencia respiratoria y traumatismo en el cuello de pronóstico reservado, tras la carga de la Ertzaintza que disolvió a unos 300 manifestantes de Herri Batasuna congregados en las inmediaciones de la Diputación de Vizcaya. La Ertzainza ha abierto diligencias sobre los incidentes.

Los antidisturbios cargaron duramente sobre las 13.45, media hora antes de que los monarcas llegaran al palacio de la Diputación, ante la negativa de los manifestantes a disolverse. Sus gritos de Erregeak kampora (Reyes fuera) y los vivas a ETA fueron contestados desde otra acera por varios cientos de personas que aclamaron a los Reyes.

El dirigente de HB Tasio Erkizia, presente en la manifestación al igual que otros tres miembros de la Mesa Nacional, reiteró la acusación de HB de que "el Rey es el máximo responsable político de los GAL".

Portavoces de la Ertzaintza justificaron la carga indicando que los manifestantes habían arrojado botellas, piedras y monedas. El propio Erkizia y varias personas más resultaron contusionadas, y un ertzaina fue alcanzado por una pedrada. Cerca de un millar de personas convocadas por HB se manifestaron también por la tarde en Bilbao en protesta por la visita de los Reyes.

El Rey recibió a una delegación de la Coordinadora Gesto por la Paz a la que animó a continuar con la tarea de movilizar a la sociedad frente a la violencia.

En contraste con la anterior visita, realizada hace tres meses, la estancia de los monarcas en el País Vasco comprende un programa mucho más completo que, además de la recepción multitudinaria a la sociedad vizcaína, incluye almuerzos con el Gobierno Vasco y los diputados forales vizcaínos.

El programa lo completan las visitas a las obras del Museo Guggenheim, al superpuerto de Bilbao, a las empresas Mercedes y Gamesa, al centro municipal vitoriano de acogida de enfermos de Alzeimer, así como la firma de un convenio entre la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y el Gobierno Vasco.

Durante su anterior estancia, unas pocas horas para inaugurar el certamen de Máquina Herramienta, don Juan Carlos reprochó amistosamente al lehendakari José Antonio Ardanza, que no le invitara con más frecuencia al País Vasco y bromeó sobre el hecho de que no estuviera previsto en el programa un almuerzo con él. En vísperas de la visita, Ardanza reconoció que dar por concluida la estancia de un invitado tan ilustre a la hora de comer no había sido precisamente un ejercicio de cortesía.

A su llegada a la Feria de Muestras, sede del Congreso Mundial de Tecnologías de la Información, los monarcas fueron recibidos ayer por José Antonio Ardanza y la mayor parte del Gobierno.

En sus intervenciones ante los representantes de millar y medio de empresas de todo el mundo, Don Juan Carlos y el lehendakari insistieron en la idea de que la evolución tecnológica modificará sustancialmente los comportamientos y hábitos sociales en un futuro próximo y que hay que conseguir no perder el tren de la modernidad.

Los Reyes finalizaron su jornada con la recepción que ofrecieron por la noche en el palacio de Artaza a unos 800 representantes de la sociedad vizcaína.