La Guardia Civil hiere de un tiro al conductor de un coche robado
Fuga, tiros y accidente. Borís G. H., búlgaro de 30 años, resultó ayer herido de extrema gravedad, al recibir en el cuello un balazo de la Guardia Civil cuando se daba a la fuga con un coche supuestamente robado. El herido, al igual que sus dos compatriotas, no había efectuado ningún disparo. Los médicos señalaron que puede quedar parapléjico.Los hechos ocurrieron a las 12.20 a la altura del número 14 de la calle de Santa María Magdalena (distrito de Chamartín), justo al lado de la Embajada de Bulgaria -un portavoz consular señaló ayer que desconocía a los detenidos y que estaba a la espera de comprobar su identidad-.
Borís había aparcado el vehículo, un Nissan Primera negro, junto a la Dirección General de Informática Tributaria. Este edificio, custodiado por la Guardia Civil y con imponentes medidas de seguridad, alberga la Agencia de Protección de Datos. Los agentes, al advertir la presencia del coche, tomaron nota de la matrícula y solicitaron información sobre su procedencia. La respuesta fue nítida: había sido robado el pasado 7 de mayo.
Dos agentes se acercaron entonces al coche con intención de identificar a los ocupantes. El conductor, al verles, apretó el acelerador. La Guardia Civil sostiene que en su huida Borís "intentó atropellar" a los dos agentes y que la respuesta a esta "agresión" fueron dos disparos -los tres testigos consultados por este periódico, incluído un minusválido de la ONCE, oyeron cinco detonaciones- Un impacto alcanzó a Borís en el cuello, a la altura del canal medular, donde quedó alojado el proyectil.
Perdido el control, el Nissan colisionó frontalmente contra un Peugeot 205 blanco que estaba a unos 15 metros del centro oficial, en el cruce de Santa María Magdalena con la calle de Drácena. Aún quedaba por llegar un segundo golpe.
PASA A LA PÁGINA 4
La Guardia Civil investiga a los agentes que dispararon al conductor
VIENE DE LA PÁGINA 1 El coche robado, tras chocar con el Opel, que quedó empotrado en una esquina, se estrelló contra un BMW aparcado. Los tres ocupantes del Nissan -una mujer, K. I. C., de 20 años; el herido y su hermano Dmitri, de 34 años- fueron rodeados por la Guardia Civil. "También vinieron corriendo tres agentes de paisano, pistola en mano", señaló la testigo Belén Quixal, de 24 años. Los agentes, que llamaron inmediatamente al servicio de ambulancias, detuvieron a los fugados.
El estado de Borís era muy grave: inconsciente, había perdido el movimiento de sus piernas y sangraba en abundancia. La ambulancia del Samur le practicó los primeros auxilios y le trasladó urgentemente al hospital Ramón y Cajal, donde en la tarde de ayer fue operado de una lesión medular. Sus dos compañeros sufrían lesiones leves.
La Dirección General de la Guardia Civil manifestó que abrirá una investigación para determinar si la actuación de los dos agentes fue correcta. Los testigos señalaron que el mismo coche ya había sido visto con anterioridad a los hechos en la zona.
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