Redondo no se arrepiente de las tres huelgas generales organizadas contra el Gobierno socialista

La UGT conmemoró ayer el 20 aniversario del congreso con el que la central socialista anticipó la transición política y sindical en abril de 1976. En el acto estuvieron presentes los 52 miembros que han formado parte de su dirección desde entonces, con sólo cinco ausencias: Manuel Muiño y Eduardo López Albizu, ya fallecidos; Juan Iglesias y Joaquín Llau, que se encuentran enfermos; y Manuel Garnacho, que alegó un viaje a Bruselas.

Entre esos 52 dirigentes ugetistas, la parte más amplia de la historia -18 años- la ha protagonizado sin duda Nicolás Redondo, secretario general de UGT hasta 1994, quien ayer afirmaba con rotundidad: "No me arrepiento de haber firmado pactos, como tampoco de haber organizado tres huelgas generales al Gobierno socialista. Sin esas movilizaciones, mucho de lo conseguido no se hubiera alcanzado".Del futuro y del presente habló Cándido Méndez, el actual líder de la UGT, quien delante del ministro de Trabajo, Javier Arenas, dijo: "El que avisa no es traidor" y auguró sin ningún temor a equivocarse que "si el Gobierno no negocia con los. sindicatos, habrá conflictividad".

Antes- ddle los discursos se hicieron una insólita foto de familia en la que posaron los miembros que han formado la dirección de UGT desde aquel XXX congreso celebrado entre el 15 y el 18 de abril de 1976. Era el primero que tenía lugar en Madrid desde la guerra civil y se desarrolló en medio de una ilegalidad consentida. La argucia legal la buscaron Pablo Castellanos, Enrique Múgica, Manuel Simón y otros, basándose en una antigua ley que permitía celebrar "jornadas de estudio" cuando los sindicatos no estaban legalizados.

Ayer posaron para los fotógrafos los sindicalistas que continúan ejerciendo como tales, los que se han retirado y los que luego han desempeñado destacados cargos públicos con los Gobiernos socialistas, entre ellos Manuel Chaves, Enrique Múgica, José Luis Corcuera, Jerónimo Saavedra, Fernando Méndez, José Loira o Justo Zambrana.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no asistió al acto, pero envió un mensaje de saludo. La delegación del PSOE estuvo formada por Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, Cipriá Ciscar, Juan Alberto Belloch y Matilde Fernández, entre otros.