Los gasolineros piden conocer el origen del combustible de Alcampo

El presidente de la Asociación de Madrid de Estaciones de Servicio, Antonio Onieva, fue uno de los primeros en Regar a la gasolinera que Alcampo abrió ayer en Torrejón con la gasolina más barata de la región: cinco pesetas menos el litro. Pero Onieva no echó gasolina. Quería comprobar un dato: el nombre de la empresa proveedora del carburante y con ello, la calidad del producto.

Los empresarios de las estaciones pedirán al Gobierno regional que se anuncie el origen del combustible. Al lado de los surtidores de la nueva estación de servicio del parque Corredor de Torrejón, varios carteles informan que la marca de la gasolina es de Alcampo. La empresa ha invertido cien millones de pesetas.Onieva quiere advertir a los conductores: "Siempre que se hace referencia a los combustibles se habla del precio, pero nunca de la calidad. Cuando se trata de un producto petrolífero es muy importante que el cliente sepa cuál es su origen. Y Alcampo no tiene refinerías, por lo tanto se desconoce de dónde proviene la gasolina".

Y añadió que la primera medida que tomará la Asociación de Madrid será solicitar al gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón que exija a todos los expendedores de gasolina de la Comunidad que, junto a las tarifas de precios, informen también de la procedencia del carburante. "Ante todo no hay que confundir a los consumidores haciéndoles pensar que todos los productos son de igual calidad", explicó el representante de este colectivo.

Por su parte, un portavoz de Alcampo se negó a facilitar la identidad de la empresa que abastece de combustible a la nueva estación. Este detalle mantuvo en vilo a algunos de los clientes que ayer se ahorraron un duro por cada litro de gasolina que caía en el depósito del automóvil. Uno de ellos,, David Cañizares, empleado en una empresa del centro comercial, echó mil pesetas de la gasolina rebajada: "A saber de dónde han sacado la gasolina. Porque nadie da duros a peseta". Otro trabajador de Parque Corredor, Rubén Martín, contaba: "Esta mañana han venido unos camiones cisterna de color amarillo, que parecían italianos, y han llenado los surtidores. Pero no sé la marca. Cómo me estropeen el coche, se enteran".

Pero también había clientes convencidos de la calidad de la gasolina que adquirían. "Antes de ponerla a la venta, habrá tenido que pasar una inspección", contaba un conductor, mientras se abastecía él mismo, manguera en mano.

"De esto se quejan las estaciones que la venden más cara, pero la gasolina es siempre la misma. A partir de ahora aprovecharé que vengo a hacer la compra para llenar el depósito", contaba este hombre.

Que la gasolina sea un reclamo comercial de los hipermercados es otra de las quejas que lanza el representante de las gasolineras madrileñas.