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El 'alcalde' español de Mostar aplaza las elecciones

El administrador de la Unión Europea (UE) en Mostar, el español Ricard Pérez Casado, anunciará hoy con toda probabilidad el aplazamiento hasta finales de junio de las elecciones municipales en la capital de Herzegovina, según informó ayer un colaborador próximo. El boicoteo de los partidos bosnios musulmanes a los comicios -que habían sido convocados para el próximo día 31- sí no se facilitaba la participación de los refugiados ausentes de la ciudad amenazaba con hacer fracasar las primeras votaciones en Bosnia tras más de cuatro años de guerra.

Después de entrevistarse el miércoles con el presidente bosnio, Alia Izelthegovic, Pérez Casado alcanzó ayer un principio de acuerdo con el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, para que Zagreb haga valer su influencia sobre los bosnio croatas -la otra comunidad asentada en la dividida Mostar- a fin de que éstos retiren su veto a la participación de los refugiados en las elecciones locales. Tudjman reiteró que el proceso electoral debe cumplir los acuerdos de Dayton, que no garantizan el voto de los refugiados en los comicios locales, aunque sí lo regulan para los generales, que deben celebrarse el próximo mes de septiembre.Precisamente ayer, el mediador estadounidense en los Balcanes, John Kornblum, anunciaba en Sarajevo la convocatoria, el próximo 2 de junio, de una cumbre en Ginebra con la participación de los presidentes de Croacia, Bosnia y Serbia (Slobodan Milosevic) para superar el estancamiento de los aspectos civiles del acuerdo de Dayton.

Para salvar el escollo del boicoteo musulmán en Mostar, el presidente croata parece dispuesto a aceptar alguna fórmula de compromiso: ya sea el transporte de los refugiados hasta los colegios electorales, ya la votación de los exiliados en las embajadas bosnias en el extranjero.

Pérez Casado se reunió ayer con los alcaldes musulmán de Mostar, Safet Orusevic, y croata, Mijo Bijkovic para ultimar los detalles del acuerdo electoral. Según estimaciones de la Administración Europea, más de 30.000 habitantes de Mostar, musulmanes en su mayoría, huyeron de la capital de Herzegovina tras la guerra que les enfrentó hace tres años con sus vecinos croatas.

Fuentes de la UE destacan que la presión de EE UU y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sobre Zagreb han sido determinantes para desbloquear los primeros comicios de la posguerra. La OSCE, encargada de organizar las elecciones generales de septiembre, temía que el boicoteo musulmán a las urnas sentara un peligroso precedente en la federación de croatas y musulmanes en Bosnia.

Entretanto, la sombra de las sanciones económicas que llevaron a la bancarrota a la actual Yugoslavia (Serbia y Montenegro) durante la guerra en los Balcanes vuelve a planear sobre Belgrado. El coordinador civil para la paz en Bosnia, Carl Bildt, hizo llegar ayer al presidente serbio, Slobodan Milosevic, la amenaza de la comunidad internacional de reanudar el bloqueo comercial y financiero si el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, intenta torpedear el proceso electoral de Dayton.

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