Sampaio pide flexibilidad para el acceso del Sur a la moneda única

El presidente de Portugal, Jorge Sampaio, puso ayer de manifiesto el temor de los países del Sur de la Unión Europea (UE) a quedarse descolgados de la moneda única a pesar de los esfuerzos que hacen por evitarlo. Así, pidió que se haga una "lectura flexible" de los requisitos que los Estados deben cumplir para poder introducir el euro a partir de 1999. El huésped luso concluirá hoy su estancia oficial en Madrid e iniciará una visita privada a Toledo, Barcelona, Santiago de Compostela y Salamanca.

Sampaio es un jefe de Estado con casi ningún poder ejecutivo. De ahí que sus declaraciones, pidiendo una relajación de los criterios de Maastricht para acceder a la moneda única, no suscitasen ninguna reacción de los mercados. Por comentarios mucho más prudentes se han puesto nerviosos en otras ocasiones ante el temor de que un Gobierno pudiese renunciar a llegar a tiempo a la unión monetaria.La "lectura flexible" se impone, según afirmó Sampaio ante los micrófonos de RNE, para evitar el "absurdo de una Europa cortada del Sur". Los sacrificios de los países mediterráneos demuestran que quieren estar "'en el primer vagón del tren europeo", añadió: "Hacer esfuerzos para acabar en una Europa de dos, tres o cuatro velocidades va contra el proyecto europeo en su formulación más noble y esto hay que combatirlo pacífica y políticamente".

El socialista Sampaio mantuvo ayer por la mañana una larga entrevista con el presidente del Gobierno, José María Aznar, que no concluyó, en contra de lo deseado por el dirigente portugués, con una conferencia de prensa conjunta. Jaime Gama, el titular luso de Asuntos Exteriores, no quiso contestar a una pregunta sobre la frustrada rueda de prensa común y pidió a su homólogo español, Abel Matutes, que respondiese. Este dijo que ambos ministros eran "representantes cualificados" pata informar de lo tratado en el Palacio de la Moncloa.

El reparto del agua de los ríos, el único problema bilateral, según Sampaio, y la defensa de posiciones comunes en la negociación en curso tendente a reformar la Unión Europea fueron los dos temas a los que Sampaio y su anfitrión dedicaron el grueso de su entrevista. Madrid y Lisboa mantienen puntos de vista sustancialmente distintos -España comparte muchos intereses con los pesos pesados de la UE-, pero Matutes aseguré que los "intereses son básicamente comunes", aunque existe "alguna ligera discrepancia".

El colofón de la visita de Sampaio fue el discurso que pronunció ante las Cortes, una deferencia excepcional con un huésped extranjero, que agradeció como un "honor" concedido personalmente". Resaltó su aprecio de siempre por este gran país, por su historia y por su voluntad". Subrayó, por último, su "confianza profunda en la evolución de las relaciones bilaterales en todos los dominios, incluyendo una creciente cooperación".