HIJOS DESCARRIADOS
Los cuatro hijos de la princesa Irene de Holanda, hermana de la reina Beatriz, hasta ahora descarriados de las filas de la nobleza, tienen ya su nombre inscrito en registro nobiliario holandés. Los ahora príncipes Carlos y Jaime, así como las princesas Margarita y María Carolina, todos ellos en la veintena, habían perdido el reconocimiento de su sangre azul en Holanda por ser hijos de Carlos Hugo de Borbón Parma, católico y heredero de la rama monárquica carlista española. Irene y Carlos contrajeron matrimonio sin el acuerdo del Parlamento de La Haya. Los príncipes, todos ellos en posesión de títulos nobiliarios en España, solicitaron el reconocimiento de sus derechos al amparo de a ley nobiliaria que en 1994 estableció la posibilidad de que nobles de otros países que vivieran más de cinco años en Holanda pudieran inscribirse en el libro nobiliario del país. Ahora, con sus padres divorciados, los cuatro nuevos príncipes recibirán tratamiento de alteza real, aunque, al igual que Irene, continuarán sin ser considerados parte de la casa de Orange ni pueden aspirar al trono.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.