El madrileño vive con un injusto sentimiento de culpa"
Tiene 55 años de leonés y 30 de madrileño. Abogado, profesor, funcionario, periodista y pluriempleado a tiempo parcial, "como tantos escritorios", ha logrado dedicarse en exclusiva a la literatura. Premio Nadal en 1989, acaba de publicar una novela de policías y matones, que frecuentan un Madrid donde las calles tienen casi siempre dos nombres. Aparicio tiene la apariencia del escritor encantado de serlo, que blandea ante sus personajes menos briosos y se conforma con que los lectores juzguen divertidas las 200 páginas de Malo en Madrid, novela. que se inicia con la muerte de un jefe de recursos humanos, y se pliega hablando del Real Madrid entre la bruma que distingue ésta de las demás urbes ibéricas. Para Malo Malvido, policía de provincias, profesional y sentimentalmente fracasado, tener cuerpo de letras y papel es lo más notable de su vida.Pregunta. ¿Hay cierta inquina hacia las fuerzas del orden?
Respuesta. No. Los personajes de mis libros me producen un fuerte síndrome de Estocolmo. Me encariño hasta con los que considero despreciables en la vida real.
P. ¿Cunde Madrid para una novela negra?
R. Para una enciclopedia entera. Sobre todo el de los últimos tiempos de establecimiento de la democracia. El Madrid de la libertad es el Madrid de los escándalos, los misterios y la corrupción. Desde una realidad remota y provinciana se detecta una ciudad judicializada y enigmática, un poco enferma, excusa que me sirve para traer hasta aquí a los personaje! del relato.
P. Ponga un marco concreto para un crimen.
R. El extraordinario.Tanto el de clase media como el de las urbanizaciones lujosas.
P. ¿Más interesante que las zonas antiguas?
R. A mí me gusta Madrid de cualquier modo, porque es una ciudad construida por todos los españoles. Hemos venido de muchas partes.
P. ¿Qué han traído los leoneses?
R. Muchísimo de todo. Nuestra vinculación con Madrid es enorme. Pioneros en llegar, allá por el siglo X, con Ramiro II, el primer conquistador de Madrid, natural de León. Aquí hay estratos de vida diferentes y suficientes para acoger a todo el mundo. Es una ciudad fácil de seducir y me parece injusto cualquier calificativo que no sea el de universal. También la he visto cambiar mucho.
P. ¿Por qué?
R. En lo político. Con Franco se notaba la sombra del poder. Hoy es una ciudad más transparente, pero sigue con la mala conciencia de ser la capital, Como madrileño de adopción, creo que vivimos con un injusto sentimiento de culpa.
Malo en Madrid. Editorial Alfaguara. 1.700 pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.