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FÚTBOL 40ª JORNADA DE LIGA

Antic: "Se merece un monumento"

El técnico alaba a Kiko y confiesa que con el1-1 se limitó a rezar

Este escudo, el del Atlético, definitivamente nació para sufrir. A esa conclusión volvieron a llegar ayer todos los rojiblancos (dueño, entrenador, jugadores, aficionados... ) tras el agónico triunfo ante el Salamanca, que les arrimó un poquito más al título. Un trozo de esta Liga, por la forma en la que se produjo la victoria, ya hay que ponerla en la cuenta de Kiko, un talismán ayer. Hasta Radomir Antic, poco amigo de señalar méritos individuales sobre valores más colectivos, hizo reverencias ante los goles del gaditano: "Kiko se merece un monumento".Sucedió que el Atlético, que se había acomodado el partido desde bien pronto, empezó a torcerse. "El 1-0, un resultado tan corto, empezó a sembrar dudas en el equipo", admitió Antic. "La distribución del juego", añadió, "dejó de ser fluida, empezamos a fallar los pases...". La cosa acabó en un susto de muerte a 23 minutos del final: Stinga clavó el 1-1.

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¿Qué hace un entrenador en estos casos? Antic reveló el secreto: "Haces algunas variaciones posicionales y luego te sientas y rezas". Los jugadores utilizaron una terapia diferente, el autoconvencimiento. "Hay tiempo, hay tiempo", contó Simeone que se gritaron unos a otros. "Nosotros no", afirmó Solozábal, "pero seguro que con el gol de Stinga mucha gente volvió a ver fantasmas derrotistas en este equipo".

Pese a las oraciones del uno y las palabras de aparente serenidad de los otros, los nervios fueron llegando. Kiko reconoció que "el ver en el marcador el resultado del Valencia fue perjudicial", porque les inyectó un nerviosismo que no existió en la primera mitad. El gol no llegaba, y Antic iba perdiendo la fe: "Con el palo de Pantic, los dos mano a mano anteriores de Biaggini... todo contra nosotros. Estas situaciones te generan inquietud y acabas por resignarte a que la fortuna no está contigo".

Y entonces, con el cronómetro en el cogote, Kiko obró el milagro: "Yo controlé el balón, y al principio pensé en abrirlo hacia una banda. Cambié de idea, le pegué y marqué. No sabía lo que hacer, así que corrí hacia un lateral a festejarlo". Con la acción de Kiko, Antic recuperó la fe: "Al final, un fenómeno como Kiko, un jugador genial, resolvió el partido. Sus golazos nos acercan más a la Liga". Simeone fue muy gráfico al describir la acción trascendental de la jornada: "Gracias a una genialidad de Kiko, y aunque pidiendo por favor, el balón entró en el marco contrario".

Jorge D'Alessandro, el entrenador rival, molesto con la actuación arbitral (acusó al colegiado, Andradas Asurmendi, de no señalar una falta antes del 21) y con el resultado final ("las tablas habrían sido más justas"), sacó finalmente una lectura positiva de lo que sucedió en el Calderón: "El fútbol es grandioso. Siempre puede pasar cualquier cosa. Y eso se lo volvimos a demostrar ayer a toda España".

Para Antic, la victoria agónica del Atlético "fue un poco el resumen de la temporada". Es decir: "Luchar hasta el límite para conseguir el título de Liga. Pero este equipo sabe sufrir".

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