Insólita exhibición del Manresa
El Caja San Fernando, anulado Anderson, fue arrollado
Comenzó la semifinal de los pobres, dicho con el mayor de los respetos, y el único, que hizo méritos y honró a estas alturas la competición fue el TDK, dominador absoluto del primer cambio de impresiones de esta serie, que al final se quedó en monólogo manresano. Fue un ejercicio coherente con su trayectoria en esta temporada, todo lo contrario que el Caja San Fernando, desconocido después de lo mostrado ante el Madrid.Desde el principio, el TDK se movió con gran comodidad, extrañando menos que sus contrarios unas circunstancias que les han colocado a ambos a un paso de un regalo inesperado, la Liga Europea. Ante tamaña oportunidad, el Caja pareció acusarlo.
Los manresanos lo tuvieron claro desde, un principio. Maldonado colocó en el quinteto titular a Lázaro, con la misión evidente de convertirse en la sombra de Anderson, cuerpo y alma de este Caja San Fernando. El éxito fue total. El base norteamericano comenzó mal, siguió peor, y acabó de pena. Lo que es lo mismo, en el banquillo. Anderson realizó uno de esos partidos que seguramente evitaron que su estancia en el Madrid fuese más larga. Estuvo errático hasta decir basta, no anotó, no hizo jugar a su equipo y se convirtió en una auténtica rémora para los sevillanos. Es la grandeza y miseria de este jugador. Capaz de ser culpable directo de la eliminación del Real Madrid y pocos días después realizar un partido desastroso. Sin Anderson, al Caja sólo le quedó el recurso de su pareja de pivots, Kidd y Scott, voluntariosos y efectivos en el rebote. Pero era el equipo sevillano un colectivo sin alma. Todo lo contrario que el Manresa y en especial sus dos aleros, Townes y Esteller.
Los campeones de Copa dieron toda una demostración del por qué llevan camino de convertir la temporada en el mejor de los sueños realizados. Es un conjunto que no llama la atención, pero tiene una solidez que ya les gustaría a otros de nombre más lustroso.
El TDK no sólo ganó, sino que metió un correctivo que habrá que esperar al domingo para saber sus consecuencias. El Caja no le duró ni un asalto, o lo que es lo mismo, cuando Townes cogió su fusil, se acabó lo que se daba. En diez minutos llevaba ya diez puntos (27-17), al descanso eran 12 (45-33), en el ecuador del segundo tiempo se rebasaban la veintena (72-51), con exhibición añadida de Esteller, para acabar con los 32 finales. Ni cuando jugaban los titulares, ni con los suplentes, ya todo resuelto, la dinámica varió.
Tampoco hay que enterrar antes de tiempo al Caja. Los playoffs son impredecibles, y resultará difícil que Anderson, el jugador más valioso de la temporada regular, complete una actuación tan negativa. Si se recupera, los sevillanos tienen su opción. De otra forma, el TDK alcanzará lo que, al menos por lo visto en el partido inaugural, le pertenece.
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