Ojo por ojo

Se cambiaron las tornas, El TDK de Manresa se ganó ayer en Ciudad Jardín el pase a semifinales con una victoria rotunda, similar a la que recibió por parte de los malagueños en el primer encuentro de cuartos de final. Sólo en los últimos 10 minutos de partido, y de puro coraje, lució algo del juego de los malagueños que a pesar de todo no lograron acortar las distancias.La nota dominante del encuentro fueron los nervios. Pero el TDK supo controlarlos y desplegó un juego impecable. Su defensa fue un auténtico muro, y en ataque, los de Manresa supieron aprovechar todos los huecos de la defensa impotente de, Unicaja. Por si fuera poco, contaron con unos inspiradísimos Esteller y Townes que bombardearon la canasta contraria con tiros de tres.

En Unicaja, en cambio, el hombre clave fue Miller, que anotó 34 de los 82 puntos de su equipo y fue el máximo reboteador del encuentro (17 rebotes). Pero Unicaja no se encontró cómodo en ningún momento. Cometió innumerables errores en ataque, y en muy pocas ocasiones logró quebrar la defensa de un TDK arrollador.

Para colmo de males, uno de los hombres más decisivos del equipo, el ruso Babkov, tuvo que retirarse con una, rotura de fibras a los pocos minutos de juego.

Los de Manresa se despegaron en el marcador enseguida. Estuvieron compactos e inspirados, y se fueron al descanso con 10 puntos de ventaja y dejando abatido con su superioridad al equipo local y a su público.

La segunda parte arrancó con un Unicaja voluntarioso pero dominado por los nervios. Y los nervios trajeron jugadas apresuradas de los locales. El TDK seguía implacable, y la afición de Ciudad Jardín, que empezaba a desesperarse, se olvidó de animar a su equipo y se dedicó a protestar el arbitraje.

A falta de seis minutos perdían por 24 puntos. Fue entonces cuando Unicaja intentó el milagro. Empezaron a construir bien las jugadas, a robar balones, a cortar ataques. Y consiguieron reducir la distancia a 10 puntos. Ciudad Jardín sé tiñó entonces de fiesta. Pero el reloj no perdona. Quedaban sólo cuatro minutos para el final. Y el TDK se sabía ya ganador del encuentro. Sólo tuvo que mantener su nivel de juego para cortar las aspiraciones de un equipo que luchaba a la desesperada. Se quedó el público sin semifinal andaluza.

Unicaja eliminó el año pasado al TDK, pero este año ha llegado a los play-offs con el doble de partidos jugados. El cansancio se ha hecho notar. Unicaja salió después del encuentro para saludar a la afición, pero los jugadores no pudieron ni levantar la cabeza.