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Rusia reestructura sus cinco billones de deuda pública con el Club de París

Rusia ha recibido un balón de oxígeno de sus acreedores al firmar con el Club de París la reestructuración de toda su deuda pública, que supera los 40.000 millones de dólares, (cinco billones de pesetas). Se trata del acuerdo más importante firmado por el Club de París y con unas condiciones sin precedentes en plazo y cuantía. El pacto supone, a dos meses de las elecciones, un fuerte apoyo al presidente Boris Yeltsin.

Tanto el acuerdo con el Club de París como el reciente crédito de 1,2 billones de pesetas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha otorgado a Rusia, constituyen un voto en favor Yeltsin frente al candidato comunista Guenadi Ziouganov en las presidenciales del próximo junio. Sin embargo, para que el arreglo con los acreedores sea efectivo, Rusia debe cumplir las condiciones impuestas por el Fondo.Han sido necesarios cuatro días y tres noches de difíciles negociaciones, en lugar de los dos previstos inicialmente, para que la delegación rusa, dirigida por el viceprimer ministro, Oleg Davidov, llegara a un acuerdo con el Club de París. En la reunión estaban representados 18 países acreedores, entre ellos Alemania, al que corresponde prácticamente la mitad de la deuda pública rusa, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón.

La reestructuración se aplicará a la totalidad de la deuda, lo que incluye pagos que habían sido escalonados en anteriores acuerdos. Rusia, que asumió el conjunto de la deuda de la desaparecida Unión Soviética en 1991 pero no garantizó su reembolso, ha logrado sus principales objetivos: reescalonar los pagos a 25 años -un período nunca aceptado por el Club de París que tenía fijado un límite de 18 años- y gozar de una moratoria sobre la devolución del principal de su deuda hasta el año 2002. Este año, Moscú pagará 2.000 millones de dólares en lugar de, los 8.000 millones que debía cubrir sin el acuerdo, según el presidente del Club de París, Christian Noyer.

Todos los comentaristas coinciden en que el acuerdo constituye una concensión muy importante de los países occidentales, sobre todo en una época de rigor presupuestario, que se suma al préstamo de 10.000 millones de dólares en tres años (1,2 billones de pesetas) aprobado por el Fondo Monetario Internacional.

En su comunicado, los acreedores públicos dicen otorgar "una importancia capital al éxito de la realización completa del programa" económico y financiero puesto en marcha por el Gobierno ruso a cambio del crédito del FMI.

El acuerdo de reestructuración de la deuda está "ligado al acuerdo firmado entre Rusia y el FMF, que prevé una serie de reformas económicas, declaró Noyer. "Si el acuerdo con el FMI fracasa, el. acuerdo con los países acreedores fracasará también", añadió.

Tras este acuerdo histórico, Davidov va a Londres a negociar las modalidades de reestructuración de la deuda privada con los bancos comerciales reunidos en el Club de Londres, que, generalmente, sigue la política de los acreedores públicos. A me diados de noviembre, Rusia y los bancos privados perfila ron las principales líneas de un acuerdo sobre su deuda comercial que asciende a 32.000 millones de dólares (unos cuatro billones de pesetas).

Los países acreedores estiman que, dada la situación económica de Rusia, el Gobierno podrá cubrir la integridad de la deuda sin ningún otro tratamiento" de favor. La paradoja es que Rusia es también un país acreedor, según el secretario general del Club de París, Jerôme Haas, y podría reembolsar su deuda exterior si recuperara más de 100.000 millones de dólares de préstamos acordados a países en desarrollo próximos al antiguo Estado comunista.

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