Medio Ambiente teme que el plan de graveras del Jarama provoque riadas

Avenidas, riesgos de inundaciones, peligro para la fauna. Éstas son algunas de las respuestas que la Consejería de Medio Ambiente ha dado al proyecto de extracción de áridos que la Confederación Hidrográfica del Tajo ha diseñado para el 70% del río Jarama (véase EL PAÍS del 18 de abril). La Confederación quiere llevar a cabo las obras para aumentar el cauce del río. A causa de los sedimentos del cauce, el Jararna traga ahora cuatro veces menos que en 1988.Sin embargo, la Comunidad considera que las obras hacen peligrar la biodiversidad del río. Califica el proyecto de "inviable" y denuncia que las obras pueden provocar riesgo de inundaciones en los tramos inferiores. "Si dragan los fondos y reducen los meandros y hoyas [que regulan naturalmente el caudal], una avalancha de agua se precipitará sobre el Tajo", dicen.

Las graveras se instalarán, según el proyecto de la Confederación, en seis tramos. Para el tramo Patones-Talamanca, la Comunidad vaticina que las obras "suponen una modificación muy importante de las características del río". Medio Ambiente cree que en el tramo Talamanca-Algete los muros de sedimentos que generarán las graveras provocarán "una barrera de aislamiento de río y su entorno inmediato". Para el tramo Algete-Paracuellos, la consejería pide que se estudien los aspectos relacionados con los bosques de galería asentados en los márgenes.

Entre Paracuellos y Arganda, Medio Ambiente considera "inviables," las graveras porque entran dentro del Parque del Suroeste, cuya regulación impide este tipo de obras.

Para el tramo Arganda-Titulcia, el informe anuncia efectos negativos sobre "mamíferos, aves, anfibios, reptiles, peces e invertebrados". En el último tramo (Titulcia-Tajo), los expertos recalcan "la fragilidad de los valores medioambientales" y la posibilidad de riadas.

El grupo parlamentario de IU en la Asamblea de Madrid ha presentado una proposición no de ley que insta al Gobierno a rechazar el proyecto.