En pie de guerra contra el Gobierno de EE UU

La amenaza del terrorismo de extrema derecha ha crecido drásticamente en EE UU en el último año, y cientos de grupos paramilitares repartidos por los cincuenta Estados del país se preparan para declararle la guerra al Gobierno, según las conclusiones a las que ha llegado un prestigioso centro de estudios que ha analizado recientemente este fenómeno.El informe asegura que existen más de 800 organizaciones de extrema derecha que se declaran enemigas del Gobierno central. De ellas, 441 son milicias armadas que reciben periódicamente entrenamiento militar. Algunos de estos grupos han renovado su estrategia para incorporar la formación de pequeñas células terroristas que planean acciones violentas como la destrucción de edificios oficiales similares al que fue atacado en Oklahoma el 19 de noviembre del año pasado y en el que resultaron muertas 168 personas.

El documento, cuya publicación coincide con el cerco que el FBI mantiene sobre un grupo de extremistas armados en Montana y con el inicio de las audiencias en el juicio sobre el atentado de Oklahoma, ha sido elaborado por el Centro sobre Ley y Pobreza en el Sur.

Este centro, que fue fundado. en 1971 y está sostenido únicamente por donaciones privadas, está dedicado al control de las organizaciones radicales y al fomento de la tolerancia. En el pasado se destacó por sus investigaciones sobre el Ku Klux Klan y los skinheads.

Según el informe, titulado Falsos patriotas, los grupos paramilitares están bien financiados, son dirigidos por una estructura de tipo militar y tienen fácil acceso a armas de asalto y a otras más sofisticadas, incluso armas químicas. Los investigadores han comprobado que muchas de las organizaciones de extrema derecha, entre las que se encuentran grupos racistas, supremacistas blancos, nazis y movimientos anti Gobierno, están cada día mejor conectadas entre ellas a través de la red Internet.

"Gente como los responsables del atentado de Oklahoma no están solos. Quizá nunca van a conseguir derrocar al Gobierno, pero en su camino van a hacer mucho daño", asegura Joe Roy, el director del estudio, que ha sido presentado esta semana.

El centro ha advertido que estas organizaciones representan "un verdadero y claro peligro", y ha recomendado al Departamento de Justicia la formación de una unidad especial para combatir el terrorismo de extrema derecha.

El rápido crecimiento de estos grupos, según el informe, es debido a la buena acogida, sobre todo entre sectores de la población aislados y perjudicados económicamente, de sus consignas en contra de los impuestos y de supuestos abusos por parte del Gobierno central.

La propaganda de esas organizaciones ha hecho creer a decenas de miles de norteamericanos que helicópteros negros del Gobierno vigilan cada uno de sus movimientos, que las autoridades colocan dispositivos electrónicos en los recién nacidos para controlar sus actividades y que la Casa Blanca ha vendido el país a los oscuros. intereses de un Gobierno mundial dirigido por la ONU.

Su expansión se ha visto justificada por el derecho constitucional a portar armas y a crear milicias privadas, y está favorecida por el fácil acceso a las armas de fuego en casi todas las ciudades de EE UU. Una ley patrocinada por el presidente Bill Clinton para prohibir cierto armamento militar fue recientemente rechazada por el Congreso, controlado por una mayoría republicana.

El informe Falsos patriotas no ha sido capaz de precisar cuál es el número de personas que forma parte hoy de esas organizaciones, pero calcula que puede tratarse de "millones". De todos ellos, alrededor de un 10%, según Joe Roy, suponen una amenaza real para la seguridad de EE UU.

El grupo que más rápido crecimiento ha tenido en el último año, de acuerdo con el trabajo mencionado, es el llamado Alianza Nacional, encabezado por William Pierce y que está caracterizado por su orientación nazi.