'Méfiez-vous des morceaux choisis'

A propósito de un libro suyo de fotografías dice Christine que "empezaba con una ampliación que reproducía a un joven negro, únicamente el busto; una camiseta con un letrero publicitario, un cuerpo atlético, en el rostro la expresión de un gran esfuerzo, las manos levantadas como en señal de victoria: está evidentemente llegando a la meta, por ejemplo de los cien metros". La segunda fotografía añade, "era la fotografía de cuerpo entero. A la izquierda se ve a un policía vestido de marciano, lleva un casco de plexiglás sobre la cara, botas altas, empuña un fusil. y muestra una mirada feroz bajo su visera. Está disparando al negro. Y el negro está huyendo manos arriba, pero ya está muerto: un segundo después de que yo hiciese clic ya estaba muerto". Christine aclara que el libro se titulaba Sudáfrica y que tenía una única leyenda bajo la primera fotografía, la ampliación, descrita del siguiente tenor literal: Méfiez-vous des morceaux choisis (Desconfie de las selecciones). Esta narración recogida por Antonio Tabucchi en Nocturno hindú me asaltó al contemplar en la prensa del domingo la imagen del balconcillo de Carabaña compartido por Jose María Aznar, Ana Botella, Pedro José Ramírez y Rodrigo Rato, en una escena tan íntima que seguramente transcurría en catalán.Enseguida ganaban interés los detalles. La fotografía de EL AÍMS confesaba su procedencia de Canal +, la de El Periódico de Catalunya llevaba en el extremo inferior derecho la mosca de Antena 3 TV. Ambas delataban su origen televisivo por los evidentes defectos de su transcripción al papel impreso. Sólo en Diario 16 se ofrecía firmada en el lateral derecho por su autor como una fotografía convencional. Sólo esta última versión, la de Diario 16, permitía adentrarse por la perspicaz senda de Christine, la que recomienda al observador mayor distancia con esa sabia leyenda del méfiez-vous des morceaux choisis, una elemental impugnación del zoom, cuyo abuso ha sido tan nefasto como engañoso. En efecto, en esta tercera imagen del encuentro de Carabaña, los protagonistas eran los mismos y se mostraban de izquierda a derecha en el mismo orden pero como el plano era más largo podía verse la situación del balcón, engalanado con la bandera española, dentro de un paño de fachada más amplío y además, abajo, a pie de calle, aparecían los vecinos dudando entre seguir las pautas de la sagrada representación en que estaban participando e) atender a la presencia detectada del presidente del PP y de su distinguido séquito.

El seguimiento comparado de la prensa en la mañana del pasado domingo de Resurrección permitía también advertir las clamorosas omisiones gráficas de algunos diarios y ponderar otros detalles diferenciales en los textos donde se daba cuenta de la escena de Carabaña. Podía comprobarse hasta qué extremos se cumplía el principio común a los medios informativos, tan ávidos siempre para reclamar plena transparencia sobre los asuntos de los demás como celosos de ocultar hasta la completa opacidad los propios, llegando en ese ejercicio hasta límites de una ingenuidad y desconsideración con la propia audiencia que resulta admirable. Así El Mundo al informar de la Pasión popular escenificada en Carabaña se abstenía el domingo tanto de insertar fotografía alguna como de mencionar a Pedro José Ramírez, su director, entre el séquito que acompañaba a José María Aznar. Frente a tanto hermetismo EL PAÍS daba cuenta de que al tiempo, que los mayores se asomaban al balcón, los pequeños de Aznar y de Botella pasaban la tarde junto a. los de Ramírez y de Ruiz de la Prada, y ataviados todos ellos con las túnicas y sayales apropiados formaban parte de las turbas partícipes en la sagrada representación pascual.