García-Castellón necesita la renovación del CGPJ para terminar su trabajo
Manuel García-Castellón tendrá que solicitar al Consejo General del Poder Judicial. (CGPJ) una nueva renovación como juez de apoyo del juzgado número, 3 de la Audiencia Nacional para redactar el auto de juicio oral en el caso Banesto. Su actual mandato de seis meses vence el próximo 27 de abril. También le queda por terminar la instrucción de una parte de las diligencias del atentado terrorista contra José María Aznar y otros asuntos.García-Castellón fue nombrado juez de apoyo del juzgado citado el 25 de octubre de 1994 por un periodo de seis meses, el máximo que establece la legislación. La primera renovación, el 25 de -abril de 1995, fue torpedeada por Mario Conde y sus abogados Mariano Gómez de Liaño y Jesús Santaella. La razón formal del ex banquero: el titular del juzgado era Miguel Moreiras. La razón auténtica: fue García-Castellón quien admitió la querella criminal contra él y los ex administradores de Banesto el 15 de noviembre de 1,994. Y volvió a ser García-Castellón quien envió a Arturo Romaní y a Conde a Alcalá-Meco, en diciembre de 1994. La facultad para renovar o no a un juez es objeto de la comisión permanente del CGPJ. El 25 de abril de 1995, la comisión permanente aprobó un nuevo mandato de seis meses para García-Castellón. Sin embargo, a petición de Javier Gómez de Liaño, vocal del CGPJ, se convocó el pleno del consejo. Gómez de Liaño, hermano del defensor de Conde, el abogado Mariano Gómez de Liaño, no se oponía a la renovación per se. Quería que García-Castellón se ocupase sólo de los asuntos que ya tenía en el juzgado número 3 y que los de nuevo ingreso fuesen a manos del titular, Miguel Moreiras. Esto permitió crear un pequeño e insignificante incidente entre asuntos de viejo y nuevo ingreso que fue instrumentalizado como una "polémica división" en los escritos presentados por la defensa de Conde ante el Tribunal Supremo, pidiendo en abril y mayo de 1995 la suspensión cautelar de García-Castellón. El Supremo estimó, el 8 de junio de 1995, que no había razones para decidir la suspensión del juez y rechazó la medida cautelar propuesta.
La segunda renovación de García-Castellón tuvo lugar el 25 de octubre de 1995. Los meses que la precedieron estuvieron marcados por los intentos de chantaje de Conde dirigidos al Gobierno -con el material presuntamente suitraído del Cesid por el coronel Juan Alberto Perote- cuya principal reclamación, además de la compensación de 14.000 millones, era la "devolución" del caso Banesto a su legítimo propietario, el juez Moreiras. García-Castellón consiguió la renovación y, poco más tarde, fue designado titular de un nuevo juzgado de la Audiencia Nacional, el número 6. No obstante, tenía que terminar los asuntos pendientes del número 3. Entre ellos, el atentado contra Aznar y el caso Banesto.
El vencimiento de su segunda renovación ha pillado a García-Castellón en el umbral de la terminación del caso Banesto. Sin embargo, aún le queda la pieza más importante del procedimiento: la redacción del auto de apertura de juicio oral. Es en este auto donde podrá plasmar el resultado de la investigación a lo largo de casi 17 meses, una vez que el fiscal Florentino Orti y las partes personadas eleven, a mediados de mayo, sus escritos de calificación.
Si García-Castellón no fuese renovado, el cogollo del procedimiento quedaría en manos del juez Moreiras, quien no ha realizado la instrucción sumarial. Según el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, Garcia-Castellón es en los casos que ha llevado como juez de apoyo el juez natural, el juez predeterminado por ley. Fuentes jurídicas solventes no esperan, pues, problemas para su tercera y última renovación en el CGPJ.
La 'trama suiza', pendiente
El auto del juez García-Castellón advierte que ha quedado pendiente de recibir la comisión rogatoria realizada los pasados 5 y 6 de febrero en Lausana, Suiza. En dicha comisión, Paolo Gallone, fiduciario de Mario Conde, declaró en el Tribunal Cantonal de Vaud (Lausana, Suiza) que el ex banquero era el propietario de la sociedad Kaneko Holding, por un lado, y que los propietarios reales de Asni Investments y de Jamuna, dos sociedades suizas que intervinieron en operaciones presuntamente fraudulentas con Banesto, son Mariano Gómez de Liaño, letrado de Conde, y el ex presidente de Asturiana del Zinc, Francisco Javier Sitges.El testimonio de Gallone, según el juez de instrucción Jacques Antenen, debía ser entregado a las autoridades españolas. Sin embargo, fue recurrido por los abogados de las sociedades suizas ante el Tribunal Cantonal de Vaud. Se espera una resolución del Tribunal Cantonal próximamente. Con todo, aun cuando sea favorable a la entrega de la declaración, los abogados de Conde, Gómez de Liaño y Sitges pueden presentar un último recurso ante el Tribunal Federal de Suiza. Si este no prospera, la declaración de Gallone podría incorporarse al sumario de Banesto en junio.
La presencia de García-Castellón en la redacción del auto de juicio oral y en los últimos trámites del procedimiento del caso Banesto, permitiría que al llegar los papeles de Suiza sea él quien decida sobre los mismos, a saber, qué tipo de actuaciones suplementarias se deducen, o no, en el caso Banesto.
La comisión rogatoría a Suiza permitió conocer la metodología de trabajo de Conde y sus amigos. Gallone explicó en Lausana que las instrucciones para operar con las tres sociedades suizas se las daban Gómez de Liaño y Sitges. Era, pues, un grupo.
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