_
_
_
_

La televisión de la Iglesia portuguesa se convierte en un canal de pago

La Televisión Independiente (TVI) portuguesa, canal, privado cuya mayoría de acciones ostenta la Iglesia, ha decidido transformarse en una cadena codificada (de pago) al estilo de Canal + de España o Francia con el fin de intentar resolver su delicada situación económica y ante la insuficiente inversión publicitaria para todos los canales (dos públicos, la privada y rentable SIC que preside Francisco Pinto Balsemao y la TVI).El recientemente nombrado presidente del canal de la Iglesia, Carlos Monjardino, ha reconocido que la nueva orientación de la cadena privada abrirá nuevas perspectivas económicas al proyecto que ha cosechado indiscutibles éxitos en España y Francia. Esta decisión se pondrá en marcha a finales de este año, fecha en la que el canal privado emitirá cinco horas abiertas y el resto será codificado.

Monjardino ha explicado que la futura programación estará específicamente dirigida a las clases media y alta portuguesas y contará con programas de producción propia para las emisiones abiertas y películas para las fases codificadas. La mayoría de éstas serán emitidas paralelamente a sus estrenos en salas de cine y antes de que pasen al mercado del vídeo. Para ello, la cadena de orientación cristiana ya cuenta con un especial socio, la distribuidora Lusomundo que controla prácticamente la mayoría del mercado portugués.

Independientemente de esta asociación de intereses, la TVI tiene previsto enviar a Estados Unidos a su nuevo director de programas, Carlos Cruz, para establecer los contactos necesarios con las distribuidoras norteamericanas. La nueva estrategia de este canal supondrá una importante reducción de plantilla, si bien Carlos Monjardino ha asegurado que la rescisión de contratos será estudiada a medio plazo puesto que su gran preocupación "es la renegociación de la deuda con los bancos".

Operación frustrada

Asimismo, el Centro de Estudios Jurídicos de la Secretaría de Estado de la Presidencia han vetado en un informe solicitado por el primer ministro, Antonio Guterres, un suculento apoyo económico del Gobierno socialista a la cadena de la Iglesia. Con el fin de paliar parte de su deuda, el canal privado había pedido al Gobierno que una empresa estatal comprara por cerca de 5.000 millones de pesetas su red de difusión televisiva.

Los expertos jurídicos señalan que esa venta conculcaría la legalidad puesto que jurídicamente la red de difusión es intrasmisible y el canal privado no puede desviar su licencia a otra empresa. Según el informe, la señal de emisión de un operador es "intransmisible" de acuerdo con la ley de Televisión aprobada por la Asamblea de la República en septiembre de 1990. Asimismo, según el informe, la concesión gubernamental otorgada a la TVI condena a ésta a usar "su red hasta que expire su licencia en el año 2.007".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_