El 'golpe' de 'Uti' y su banda

Inteligencia y curiosidad. Ésos fueron los motores que hicieron posible la huida de una pandilla de ocho chimpancés Pasó el 19 de diciembre, pero lo dio a conocer ayer el diario El Mundo. Los animales encontraron una reja mal fijada en su instalación de 500 metros cuadrados y la arrancaron.Una veterinaria mexicana vio la manada hurgando en los contenedores de basura del zoológico y avisó a los responsables. "Enseguida se comunicó a los visitantes por altavoces, y fueron evacua dos", recuerda Jorge San José, en cargado de relaciones públicas del zoo, sobre la segunda huida que ha habido en los 24 años de existencia del parque. Según él, en ese momento había alrededor de quinientas personas en el parque.

Los responsables alertaron también a la Policía Municipal, que observó la situación desde fuera del recinto. La manada de monos se quedó a unos treinta metros de la jaula. Para cogerlos, los cuidadores empezaron a gemir, se tiraron al suelo e intentaron atraerlos a la jaula con gominolas. Sólo dispararon un dardo anestésico a una hembra que se alejó unos cien metros del lugar. Desde aquel incidente se han incrementado las medidas de seguridad. "Hemos reforzado las rejas, y las instalaciones se revisan todos los días", dice San José.

"La inteligencia no es un factor exclusivo del hombre", dice Enrique Sáez Fernández, biólogo y veterinario del zoo. "La dotación cromosómica del chimpancé es parecida a la del hombre", explica, "y una de las características fundamentales de esta especie es la curiosidad". "Son capaces de aprender el lenguaje del gesto, y hay chimpancés y gorilas que se comunican de esa manera con su cuidador", continúa. Cuando, hace dos años, una de las hembras de la manada se quedó preñada, instalaron una pantalla en la jaula con unos vídeos explicando cómo funciona un parto. "Normalmente, las hembras aprenden de las caso llegaron todas de crías. No se había producido nunca un parto de ese tipo en el zoológico", dice el veterinario.

La capacidad de aprender e imitar se comprueba también a la hora de la limpieza del domicilio. Suele ocurrir que uno de los chimpancés coge un cepillo y se pone a barrer. Son graciosos, pero también tienen sus manías, como saben los que cuidan de ellos. Uti, por ejemplo. El macho de 11 años es el jefe de la pandilla de fugitivos. "Tira pelotitas de excrementos a la gente que no le gusta", cuenta Jorge San José. "Son animales peligrosos, muy fuertes. Igual te quieren hacer un mimo ' y te arrancan la mano", advierte. ¿Qué hacer a la hora de encontrarse frente a un chimpancé?' "Demostrar indiferencia total y no mostrar miedo. Hay que tener la sangre fría", aconseja.