Los rusos bombardean aldeas de Chechenia y avanzan hacia "la guarida de Dudáiev"

"Nuestro único objetivo es restablecer la paz, el orden constitucional y la ley en Chechenia" y no machacar a los independentistas chechenos, aseguró Borís Yeltsin en su respuesta a las cartas de protesta enviadas por miles de lectores M popular periódico Komsomólskaya Pravda, publicada ayer. En Chechenia, mientras tanto, continuaban los bombardeos de las aldeas donde hay guerrilleros y las tropas federales seguían avanzando hacia "la guarida de Dzhojar Dudáiev", como calificó la aldea montañesa de Dargó el comandante del distrito militar del Cáucaso del Norte, Anatoli Kvashnín.

Yeltsin, que debe dar a conocer el hoy el plan de paz aprobado por el Consejo de Seguridad a mediados de mes y mantenido en secreto hasta la fecha, defendió la necesidad de mantener las tropas federales en el territorio de Chechenia. "La retirada incondicional y completa de las tropas que me exigen las organizaciones de defensa de derechos humanos y las madres de los soldados no conduce a la paz, sino más bien a la extensión de la guerra a todo el Cáucaso", escribe Yeltsin en su respuesta a los lectores de Komsomólskaya Pravda.El presidente ruso, que desea ser reelegido en los comicios de junio próximo, trató de convencer a sus futuros electores que el régimen de Dudáiev y los guerrilleros son terroristas como los irlandeses del IRA o los vascos de ETA y que es precisamente contra estos "bandidos" contra quien se utiliza al Ejército.Sin embargo, la diaria realidad en Chechenia muestra que las bombas caen sobre las casas de los chechenos indepedientemente de que ellos sean guerrilleros o no y, al decir de políticos como Grigori Yavlinski -también candidato a la presidencia de Rusia-, allí se está produciendo una tragedia que puede ser calificada de genocidio, y el Kremlin está aplicando una política de terrorismo de Estado.

Después de que se anunció este mes que el plan de paz para Chechenia estaba prácticamente elaborado, lejos de presenciar una disminución de la actividad militar en esa república norcaucásica, el mundo ha sido testigo de una ofensiva sin precedentes, en la que el Ejército utiliza todos los medios a su alcance: artillería pesada, tanques y bombardeos aéreos.

EE UU reaccionó anteayer a la nueva ofensiva rusa pidiendo poner fin al uso "indiscriminado y excesivo" de la fuerza militar en Chechenia. "Estos actos [del Ejército ruso] son indignos de un gran país y no se los puede justificar", declaró el viernes Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado.

Las tropas federales continuaron ayer su ataque en el sureste de Chechenia. En el distrito de Nozhái-Yurt, los soldados tienen bloqueadas cinco aldeas y tres en el de Vedenó. En este último es donde la influencia de los guerrilleros es especialmente fuerte, y a esta zona Dudáiev, el presidente checheno independentista, ha trasladado desde la región del suroeste -centro de los ataques rusos la semana pasada- su sede. El objetivo final de los militares es llegar a la aldea de Dargó, "guarida de Duidáiev" según el general Kvashnín, comandante del distrito militar del Cáucaso del Norte, que prácticamente ha tomado en sus manos el mando de la última ofensiva, dejando al general Víacheslav Tijornírov, jefe de las fuerzas federales en Chechenia, en un segundo plano.Cerca de 5.000 personas participaron ayer en el mitin organizado por el movimiento Yábloko en San Petersburgo contra la guerra en Chechenia.