Martínez Jiménez 'coordinó' su declaración para hoy con Gómez de Liaño
Eugenio Martínez Jiménez, presunto testaferro del ex presidente de Banesto Mario Conde preparó ayer la declaración que prestará hoy, ante el juez Manuel García-Castellón, con el abogado Mariano Gómez de Liaño, cuyo bufete reside en la madrileña calle de Alcalá Galiano, número 4. Martínez Jiménez y su abogado, Juan García Alarcón, obtuvieron los informes periciales sobre las operaciones de la querella criminal que se instruye en el caso Banesto, y se encerraron con Gómez de Liaño durante todo el día de ayer.Una fuente jurídica consultada describió las tres alternativas posibles que puede elegir Martínez Jiménez. La primera es mantenerse firme en su declaración como testigo, realizada el 5 de diciembre de 1994, cuando imperaba el secreto del sumarlo. Esa versión insiste en asumir la titularidad del grupo Euman-Valyser, que obtuvo beneficios presuntamente ilícitos de 7.400 millones con Banesto, y en descargar en Gómez de Liaño todos los vínculos con Mario Conde, como ya lo hiciera el 5 de diciembre de 1994.
La segunda sería una confesión en toda regla, asumiendo que efectivamente su papel en Euman-Valyser, entre 1990 y 1993, consistió en ser fiduciario de Mario Conde y sus amigos. En este caso, su primera declaración como testigo, en la que negaba los hechos habría sido un falso testimonio. Sin embargo, para incurrir en un delito de falso testimonio, la ley exige que la persona lo reproduzca en juicio oral.
La tercera alternativa sería que Martínez Jiménez describa a Euman como un grupo cuya propiedad es de Mariano Gómez de Liaño en una proporción importante. A la vista del cónclave que mantuvieron ayer Gómez de Liaño, Martínez Jiménez y García Alarcón, la declaración está "pactada". Ya en su primera declaración, Martínez Jiménez, como se ha apuntado, describió el papel decisivo que desempeñó Gómez de Liaño en sus relaciones con Conde y con Banesto. La coartada, dijeron las fuentes solventes, es que Gómez de Liaño era abogado de Martínez Jiménez y de Conde ("amigo de las dos partes", dijo Martínez Jiménez en su primera declaración).
Al final de su declaración -termine hoy o prosiga manana viernes-, el juez reunirá a las partes personadas en una "vistilla" para analizar la procedencia o no de medidas cautelares sobre Martínez Jiménez. Aunque será el magistrado quien decida, la diferencia con diciembre de 1994 es que ahora no serán sólo el juez y el fiscal quienes opinarán. Las partes personadas jugarán un papel importante.
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