Emilio Muñoz ha cambiado su declaración porque está "arrepentido y quiere contar la verdad", según su abogada
Emilio Muñoz Guadix, uno de los tres procesados por el secuestro y asesinato de Anabel Segura, se ha propuesto "contar toda la verdad del caso", aunque ello implique. culpar a su esposa, porque "está muy arrepentido" y quiere lavar su conciencia "con la cárcel", según indicó ayer su abogada, Emilia Zaballos.Muñoz, de 35 años, exculpó inicialmente de la trama a su esposa, Felisa García, alegando que la había "amenazado con un machete" para que imitase la voz de Anabel en una cinta enviada a la familia Segura para hacerle creer que seguía viva. Pero luego volvió al Juzgado y declaró que su esposa grabó él casete sin que hubiese mediado amenaza alguna y que la decisión de grabar la cinta partió de los (los.
Para justificar su primera declaración exulpatoria, Muñoz entregó a la juez una carta que uno de sus hijos, de 15 años, le remitió a la prisión. En ella el menor le pide que declare a la juez que obligó a la madre a grabar la cinta. Según Muñoz, detrás de la carta de su hijo se esconde "un montaje" urdido por Felisa García, su suegra y la abogada de su esposa. La actual abogada, Piedad Jara, niega haber participado en ningún montaje. Y recuerda que, inicialmente, cuando Felisa declaró que había sido amenazada por su marido con un machete, su abogada era otra persona.
Felisa ha declarado que su marido le informó que habían asesinado a Anabel "momentos antes" de grabar el casete. Muñoz, según Zaballos, se retractó e inculpó a su esposa tras escuchar decir en televisión a su suegra que él había "coaccionado y violado" a Felisa.
Fuentes jurídicas con acceso al sumario tienen otra versión sobre el cambio de declaración. Según estas fuentes, Muñoz decidió culpar a su esposa "al ver frustradas sus expectativas" de recibir una parte del dinero de la recompensa de 60 millones de pesetas que la familia Segura y el Gobierno ofrecieron a quien facilitase una pista sobre el paradero de la joven madrileña.Estas fuentes sostienen que Muñoz cree que su hermano Alfonso es quien le delató a la policía y, por tanto, quien se ha embolsado el dinero. Precisamente, la policía detuvo a Muñoz gracias a una conversación telefónica que mantuvieron su hermano, en connivencia con los agentes, y Felisa García.
"Emilio cree que Alfonso es el chivato y quien tiene el dinero. Y piensa que, si la exculpa, Felisa puede hablar con él para que le haga llegar dinero", dicen,aquéllas.
El sumario del caso Anabel Segura no aclara quién ha recibido el dinero, "aunque hay una persona millonaria", según añaden. Zaballos desmintió ayer esta versión.
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