_
_
_
_

Tossa, municipio libre de toros

Condenan al alcalde de una localidad catalana por impedir la difusión de propaganda taurina

Desde el banquillo de los acusados, el alcalde de Tossa de Mar, Telm Zaragoza, de Convergència i Unió (CiU), reconocía hace una semana su aversión a las corridas de toros y expresaba su orgullo por estar al frente del único municipio de España declarado antitaurino. La aplicación del reglamento derivado de tal declaración, aprobado en un pleno municipal en 1989, desencadenó un sonado pleito que llevó finalmente al alcalde a la Sala Tercera de la Audiencia de Girona, donde el pasado día 13 tuvo que responder de un delito de coacciones. Un empresario le llevó a los tribunales, junto a una concejal y tres policías locales, por entender que había incurrido en coacciones al expulsar de la población, en julio de 1990, una furgoneta cuyos ocupantes pretendían repartir propaganda de una corrida de toros programada para días después en la ciudad de Girona.

Con esta vista oral, Tossa de Mar revivió el protagonismo que alcanzó a, principios de esta década gracias a una declaración que se convirtió en una auténtica operación de mercadotecnia turística. Tomando el antitaurinismo como seña de identidad, el pequeño municipio de la Costa Brava fue por un tiempo centro de atención de todos los medios de comunicación y lugar de visita obligada para ecologistas y defensores del medio ambiente.

Las campañas que el municipio emprendió en defensa de los animales. y del medio ambiente tuvieron el efecto deseado por su impulsor, el controvertido alcalde Telm Zaragoza, para. quien la actriz francesa Brigitte Bardot llegó a pedir el voto durante la campaña de las elecciones municipales de 1991.Pero seis años después el efecto propagandístico se había apagado y, aunque seguía vigente el reglamento antitaurino, nadie prestaba atención al hecho de! que la localidad de Tossa fuera un municipio libre de toros. Hasta que el viejo pleito llegó ante los tribunales de justicia.Telm Zaragoza, que ha ganado todas las elecciones municipales de Tossa desde la restauración de la democracia, tiene un largo historial en los archivos judiciales. A lo largo de su dilatada carrera política ha cosechado un sinfín de querellas por prevaricación, apropiación indebida o coacción. Pero en ninguna de estas causas judiciales había sido condenado. Han sido los toros, curiosamente, el motivo de su primera condena.En la sentencia de su más reciente cita con la justicia, hecha pública ayer, la condena del alcalde se considera una falta de coacciones -y no un delito, como sostenía la acusación particular-, por lo que el juez le ha impuesto una multa de 15.000 pesetas. La misma pena manchará las fichas judiciales de la concejal del Ayuntamiento de Tossa Gisela Saladichs y de los tres policías locales que, una tarde de un ya lejano verano, obstaculizaron el trabajo de un empleado de la empresa que explota la plaza de toros de Girona.

Aquella tarde, Ramón Ricardo Cano entró con la furgoneta de la empresa en las calles de Tossa, localidad antitaurina, dispuesto a que todos los turistas se enteraran de la próxima corrida de toros prevista en la plaza de Girona. Pero no pudo ni empezar la campana. El reglamento antitaurino seguía vigente y nada más llegar, uno de los agentes le instó a que retirara el vehículo del casco antiguo. Sobre el motivo de esta orden se dieron versiones contradictorias durante la vista oral: Ricardo Cano insistió n que el agente, y posteriormente la concejal, a instancias del alcalde, le obligaron a abandonar la localidad en aplicación de la normativa municipal que prohíbe hacer propaganda taurina. Los cinco procesados, por su parte, coincidieron en que la única razón de la expulsión de la furgoneta era el incumplimiento de la normativa sobre horarios de reparto de mercancias y propaganda en el núcleo urbano. Sobre este argumento se ha basado la defensa de los acusados.

En aras de una defensa más convincente, el alcalde fue incluso más lejos y declaró textualmente: "Todo el mundo conoce mis convicciones antitaurinas, pero nunca he echado a nadie de Tossa por esta razón, y menos siendo alguien que trabaja para una empresa privada, que, para mí, es sagrada".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_