Raimundos, manchan de "hardcore" los alegres ritmos de Brasil

Raimundo, es un nombre muy corriente en Brasil, así que cuatro muchachos de Brasilia, la capital, se pusieron Raimundos para hacer un grupo que mezcla el rock con la música popular de su país y, de pago, recordar con el nombre a sus adorados Ramones, el grupo punki neoyorquino que les marcó la senda del rock. Hoy recalan en Madrid, de camino al Espárrago Rock que se celebra, este fin de semana en Granada, para sorprender con su atrevida propuesta, a la que ellos llaman forrócore.

El forrócore no es otra cosa que el resultado de mezclar el hardcore más rabioso y actual -tan en boga en todo el planeta y que practican en Brasil como Sepultura- con el forró, el baile trepidante de las fiestas al aire libre del norte y noreste de Brasil. Esta danza. es similar al baiâo de los cangaseiros que rescató del olvido el acordeonista Luiz Gonzaga bajo la influencia de su padre, Januario, destacado sanfoneiro de forrós.Muy en la onda de los franceses 'Mano Negra, de los argentinos Fabulosos Cadillacs o de los mexicanos Maldita Vecindad, Raimundos estrenan su segundo disco, primero que se publica en España, Lavô tá novo. Producido por Mark Deárnley, que ha trabaja o con AC/DC, Def Leppard o Ray Charles, el ramalazo festivo del forró no chirría entre el denso ruido del hardeore más callejero. Con él han conseguido salir de su país y, cantando en portugués, empezar a ser considerados en todo el mundo corno algo serio.

Spanish Bombs

Al tiempo, el espíritu de Los Clash revivirá en Siroco de la mano de Spanish Bombs, el grupo madrileño que sacó su nombre de una de las más célebres canciones de la banda de Joe Stirumer, tan influyente en los brillantes años de la new wave inglesa.Pero tras Spanish Bombs se esconden los mismos músicos que en otras ocasiones se hacen llamar Sticky Fingers para cantar versiones de los Rolling Stones. En esta segunda clonación de miembros de Mermelada, Los Elegantes y Desperados, recrean principalmente canciones de Los Clash, pero también otras famosas de la época dorada de la nueva ola mundial, la que resultó del cambio de década de los setenta a los ochenta.

A los fastos que estos días celebran el nacimiento de Moby Dick como activa sala de conciertos se unen hoy Los Toreros Muertos, un grupo casi desaparecido pero que, por lo menos, nunca falta al cumpleaños del club. Nacidos en el Madrid de los garitos cuando comenzaba a declinar la famosa movida, Los Toreros Muertos, liderados, por Pablo Carbonell -hoy metido a cantautor-, trajeron sano humor cantándole al pis con Mi agüita amarilla o al desconcierto con Yo no me llamo Javier. Las canciones que les hicieron famosos, hace casi 10 años le cantarán hoy el cumpleaños feliz a Moby Dick.

Raimundos actúan hoy en El Sol (jardines, 3, metro Sol y Gran Vía). 23.00 horas. 1.000 pesetas (venta anticipada en Madrid Rock) y 1.300 pesetas (taquilla). Spanish Bombs, en Siroco (San Dimas, 3, metro Noviciado). 22.00 horas. 600 pesetas. Los Toreros Muertos, en Moby Dick (avenida de Brasil, 5, metro Lima). 24.00 horas. Entrada libre.