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Si Don Jorgito levantará la cabeza

Hoy viven en Madrid y Barcelona unos 40.000 evangélicos, y hay núcleos fuertes en Valencia, Jaén y Pontevedra. Pero los protestantes españoles no son unos recién llegados. Lutero murió el 18 de febrero de 1546, y la primera traducción completa de la Biblia al castellano fue obra de un protestante, Casiodoro de Reina, en 1569: claro que la edición Se hizo en Basilea (Suiza), porque aquí los luteranos no estaban ya para tirar cohetes. En 1525 un edicto madrileño fustiga a quienes "tienen muchos libros y escrituras de las obras hechas por el malvado heresiarca Lutero y sus secuaces", y en 1559 y 1560 hay tremendos autos de fe inquisitoriales en Sevilla y Valladolid. En época tan dura conservaron discretamente su fe el arzobispo Bartolomé de Carranza y el bíbliotecario de El Escorial, Benito Arias Montano.En 1996, aparte del aniversario de Lutero, los protestantes españoles celebran también los 40 años de la constitución de la Comisión de Defensa Evangélica -su secretario ejecutivo, José Cardona, vive aún- que logró ir identificando penosamente los lugares de culto de la comunidad, con la esperanza de que, al acabar la dictadura franquista, floreciera la libertad religiosa.

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Los protestantes se quejan del trato discriminatorio que aún les da el Estado

Los fieles de hoy son mayoritariamente de clase media, con gran implantación en la minoría étnica gitana. Ya en 1837 un propagandista británico de la Sociedad Bíblica, el impenitente viajero George -Don Jorgito- Borrow,- tradujo la Biblia al romaní.

Los protestantes han tenido poco respiro en España. Tras la revolución de 1868, un pastor amigo de Castelar, Antonio Carrasco, abre una escuela gratuita en Madrid y aparece La Luz, un órgano periodístico que. lo sigue siendo de la Iglesia Española Reformada Episcopal. En 1897, el alemán Federico Fiedner, amigo de Cánovas, funda en Madrid el colegio El Porvenir, que aún existe. La II República permite a los protestantes crecer en libertad; pero llega la guerra civil, y Franco proclama en 1937: "La verdadera España ha sido, es y será católica". La época tenebrosa acaba sólo con la Ley de Libertad Religiosa de 1980. En 1986 se constituye la FEREDE, que engloba al 95% de los evangélicos españoles. En 1992 se firman los acuerdos con el Estado que equiparan a la Iglesia evangélica con las demás confesiones; el convenio de enseñanza que se firma el próximo martes es la culminación.

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