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Al Iborde del desastre

El primer vuelo tripulado estuvo a punto de acabar en catastrofe

Yuri Gagarin salió al espacio el 12 de abril de 1961 y su corto viaje espacial, el primero tripulado de la historia, asombró al mundo y espoleó a Estados Unidos a llegar esa misma década a la Luna. Ahora se ha sabido que el vuelo de 108 minutos de duración de Gagarin estuvo al borde del desastre, afirman expertos occidentales. Se basan en documentos y declaraciones de los protagonistas de la época, sacados a la luz con motivo de una subasta que está celebrando en Nueva York la empresa Sotheby"s.Entre los centenares de objetos de la parafernalia espacial soviética que se van a subastar figuran notas escritas por el comandante Gagarin, de las que se deduce que la nave giró peligrosamente fuera de control durante casi 10 minutos al final de su única órbita alrededor de la Tierra.

"¡Mal funcionamiento!", garabateó el coronel Yevgueni A. Kárpov. "Repentino impacto", continuó, y añadió que la nave y su pasajero estaban girando sin control. "¡Mantened la calma!", escribió, al parecer cuando creía que la misión había fracasado. "Situación de emergencia". Expertos occidentales han confirmado este episodio en otras fuentes rusas.

"Le podía haber matado", afirma el experto en el programa espacial ruso James E. Oberg. Si este episodio se hubiera hecho público entonces, en vez de la triunfalista versión soviética de la época, podría haber cambiado el curso de la historia. "No hay duda de que Kennedy no se habría dado tanta prisa en comprometerse a mandar un americano a la Luna", afirma John M. Hodgson, historiador espacial. El ex astronauta y ahora senador John Glenn, que en febrero de 1962 se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, está de acuerdo: "Si se hubiera sabido entonces, habría dado argumentos a los que dudaban [en mandar hombres al espacio]", ha señalado.

La carrera espacial comenzó en octubre de 1957, cuando Moscú lanzó el Sputnik 1, el primer satélite artificial. Washington le siguió con otro en 1958. La competencia subió de tono en 1961 con el primer vehículo tripulado, el Vostok 1, que alcanzó 312 kilómetros de altura. A bordo iba Gagarin, de 27 años.

Su cápsula consistía en una esfera estilo bala de cañón que pesaba tres toneladas. En su base había un módulo de servicio de dos toneladas que albergaba, entre otras cosas, un retrocohete destinado a frenar la cápsula.

Nikita Jruschov, el líder soviético, se congratuló del éxito del vuelo y aseguró: "Refleja los heroicos logros del pueblo soviético". Los días de gloria de Gagarin terminaron cuando se estrelló en 1968 en un caza militar que pilotaba.

A lo largo de los años llegaron a Occidente rumores de que había habido problemas en este histórico vuelo, pero el secretismo soviético impidió que se confirmaran hasta que se, desintegró la gran potencia. En 1991, cuando los secretos estaban saliendo a la luz a toda velocidad, un periódico de Moscú publicó la transcripción del informe secreto de Gagarin a los funcionarios soviéticos tras su vuelo. Los problemas estaban sepultados al final y no recibieron gran atención ni en Rusia ni en el extranjero.

Así siguieron las cosas hasta que la viuda de Kárpov, comandante de Gagarin, se dirigió a Sotheby's para vender sus notas. Un directivo de la empresa estaba revisando algunas de las notas con un traductor ruso a finales del año pasado cuando vieron una pánna llena de signos de exclamación.

Lo que señalan los garabatos es que la separación de las dos partes de la nave de Gagarin no ocurrió a los 10 segundos de que se encendiera el cohete como estaba previsto, sino a los 10 minutos. E incluso tras la separación la nave giraba sin control cuando ya cala a la Tierra. Sin embargo, nadie sabe cuándo escribió Kárpov las notas, si durante el vuelo o después.

Ante las dudas sobre la autenticidad del informe, Redden consultó a Oberg, quien la confirmó porque conocía el informe publicado de Gagarin y tenía otros datos.

La emergencia fue especialmente peligrosa porque, al parecer, las dos secciones de la nave no estaban conectadas rígidamente, sino sólo a través de un mazo de cables, por lo que cada una de ellas giraba alrededor de la otra y se podían golpear. Si no se hubiera producido la separación, podría haber funcionado mal el escudo protector de la cápsula y Gagarin se hubiera abrasado.

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