El voto rural permitió el nuevo triunfo socialista
El voto rural fue el 3-M, una vez más, decisivo para que el PSOE volviese a ganar en Andalucía. Los resultados evidencian que la formación que lidera Manuel Chaves sigue teniendo una importante ventaja en implantación frente a los populares, y que mientras sus apoyos se reparten de forma equilibrada entre el medio rural y el urbano, el PP tiene como único bastión las grandes ciudades. Dos de cada tres votos obtenidos por Javier Arenas proceden de ha.,; 61 poblaciones mayores de 20.000 habitantes. En las municipales de 1994, el PP consiguió la alcaldía en las ocho capitales. Sólo una de ellas, Sevilla, le fue esquiva- el 3-M y dio más votos al PSOE (39,4% frente al 36,6%). En las otras siete, los populares mantienen su hegemonía.
El ascenso del PSOE hace que éste sea el partido más votado en el conjunto de las ocho circunscripciones andaluzas, algo que no ocurría desde las generales de 1993. En medio están las autonómicas de 1994 y las municipales y europeas de 1995. Los populares han crecido tres décimas respecto a las últimas elecciones autonómicas, y han obtenido más votos que los que le dieron al PSOE la mayoría relativa hace año y medio, pero permanecen estancados en el medio rural.El PP ha sumado el 671/o de sus votos en las ciudades de más de 20.000 habitantes. El 40,5% de los votos se concentra en las ocho capitales de provincia. Aun así, el PP sólo ha conseguido vencer en 16 de las 61 poblaciones con más de 20.000 habitantes, a pesar de que en algunas de ellas -como Linares, Ubeda o Vélez-Málaga- tiene la alcaldía. En este segmento de poblaciones, los populares habían mostrado una evidente progresión, pero el 3-M resultaron perjudicados por el aumento de la participación y por el trasvase directo de votos desde IU al PSOE.
El voto socialista, en cambio, está más equilibrado y se reparte casi a partes iguales entre los núcleos rurales y urbanos. De las ciudades mayores de 20.000 habitantes, los socialistas obtienen e1,53% de sus votos, con victorias sonoras en lugares como los dos bastiones de Jesús Gil, Estepona y Marbella; pese a que el presidente. del Atlético de Madrid había pedido el voto para el Partido Popular.
El PSOE mantiene en la provincia de Sevilla un auténtico fortín. Ha pasado en las autonómicas de 8 a 10 diputados, y ha conseguido la victoria en 98 de las 104 poblaciones sevillanas.
Pedro Pacheco prefiere acuerdos puntuales
Los dirigentes del Partido Andalucista (PA) eludieron ayer pronunciarse sobre la posición que adoptará su grupo en el nuevo Parlamento autónomo y remitieron al comité director, que se reunirá el próximo jueves, para valorar los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas. Pedro Pacheco acudirá al comité director, órgano de. transición en el que están representados dirigentes del Partido Andalucista y el Partido Andaluz de Progreso (PAP), con una propuesta contraria al pacto de gobierno, pero favorable a la colaboración con el Ejecutivo socialista por »vía de acuerdos puntuales. El PA no pondrá trabas a la investidura de Chaves, y uno de sus principales objetivos será la elaboración de los presupuestos autonómicos antes del verano.
Después de la alegría con la que se vivió la noche electoral, los dirigentes andalucistas dedicaron la jornada de ayer a descansar e incluso Pacheco se fue de viaje. El silencio evidencia la relajación que reina en el seno de la formación después de la jornada electoral, de la que el PA, con cuatro diputados -uno más que en la anterior legislatura-, ha salido reforzado y está llamada a ser la fuerza decisiva de la nueva legislatura.
El PA, que ha obtenido 78.187 votos más que en las autonómicas de 1994, considera como principal causa de este ascenso,' al margen de la reunificación del partido, haber sabido transmitir al electorado un mensaje de sosiego frente a la crispación política de la última legislatura. En la misma noche electoral, los andalucistas ratificaron su propuesta de colaborar -a la gobernabilidad y pusieron sus cuatro escaños a disposición del próximo Gobierno.
Una de las principales preocupaciones de Pacheco ahora es que el partido sepa administrar los resultados, convencido de que una de las causas de la escisión de 1992 fue que no se supo digerir el éxito cosechado por los andalucistas en las elecciones auto nómicas de 1990, cuando llegaron a su techo de 10 diputados, a sólo uno de Izquierda Unida. Ahora se considera que los resultados pueden ser un espaldarazo para la consolidación del andalucismo. Ésta es otra de las razones para que Pacheco se incline por no pactar, ya que participar en una coalición de gobierno "asfixiaría" él periodo de consolidación.
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