Una divisa: imprimir carácter

A mediados de enero, dos ciclistas se encuentran mientras se entrenan por las carreteras de Murcia. La conversación habitual. "¿Cuántos kilómetros llevas este invierno?", pregunta uno. "Nada, pocos, unos 4.000", responde el otro, corredor del ONCE. "¿Y por qué tu cuentakilómetros marca 10.000?". Glubs. "Bueno, es que no lo he puesto a cero a comienzo de temporada". El que lo cuenta llama trampas a su colega: "Todos los ciclistas ponemos a cero nuestro cuentakilómetros el día del primer entrenamiento".Mes y medio después, el ONCE lanza una gran ofensiva en la primera etapa de la Vuelta a Valencia. Cinco del equipo se es capan, entre ellos el que llevaba pocos kilómetros en enero. Rompen la carrera, pero llevan consigo a dos enemigos, Armstrong y Dufaux. "¿Por qué no lanzas a uno para evitar sorpresas en las próximas etapas?", le dice, de coche a. coche, un director rival y derrota do a Manolo Sáiz. El director del ONCE le explica: "No quiero matar la emoción". En la etapa reina, Armstrong aguanta'e1 ataque del ONCE, pero se cae bajando un puerto. Jalabert gana la carrera, emocionante hasta el último día.

La actitud del ONCE es así: trabajo -mucho y buen entrena miento-, disciplina, ambición y espíritu de bloque. Los ganadores de etapa los deciden en una reunión en el hotel la víspera. Es el es píritu de Mende, aquella etapa del Tour en que tres onces -Jalabert, Mauri y Stephens- se escaparon juntos, poniendo en un puño el corazón de Induráin. Son la divisa del ONCE, el equipo que ha arrasado en febrero. Los demás con juntos hacen de la necesidad virtud. Ni están nerviosos ni preocupados. Ni los del ONCE son tan buenos ni los demás son tan malos. Reclaman paciencia -"nuestras carreras llegarán más tarde"- y se confiesan sorprendidos sólo por Jalabert.

"Como siga así, Jalabert será el hombre a batir en el Tour", dice un técnico. El francés, 27 años, que el año pasado rompió moldes ganando la Vuelta, se rompió una muñeca en noviembre, pero ni aun así dejó de entrenarse. Sólo ha corrido ocho días en febrero y en ellos ha ganado una carrera de un día (Haribo), una etapa y la general de la Vuelta a Valencia. Sólo una vez se ha clasificado más allá del décimo puesto. "Jalabert es el corredor con el que sueña - cualquier director", dice Pablo Antón, del ONCE. "Es valiente, ambicioso, trabajador y (la moral a sus compañeros. Avanza a pasos agigantados. Disfruta, de su trabajo y tiene una ambición:, llegar al Tour como número uno mundial".

La familia ONCE. Unas relaciones especiales. Una mentalidad diferente. "El equipo sale a dejar su sello y asustamos al enemigo", dice Antón. "Cada etapa es una incógnita, pero su resultado es el fruto de nuestra experiencia de 10 años, de nuestro trabajo y planificación. No se nos escapa nada".

Stephens ha ganado la Vuelta a Andalucía y Mauri la contrarreloj de la Vuelta a. Valencia. También han destacado dos, fichajes, Cuesta (del Euskadi) y Garmendia (del Banesto), y el joven Rojas. Parecen corredores nuevos cuando lo que han encontrado en el ONCE es una nueva visión. "Hay que empezar bien", recalca Antón. "Imprime carácter".

El ONCE parece el único equipo que quiere empezar a tope, aunque Sáiz proclame que aún no están al 80%. Han tomado el relevo de los italianos, tradicionales avasalladores de invierno. "Es muy valiente Manolo Sáiz", explica Michele Ferrari, el guru italiano dé la medicina ciclista. "Miro lo que han hecho otras temporadas y siempre empiezan muy fuertes, pero que no se engañen: las carreras de febrero no son importantes. Lo bueno comienza en marzo, con la París-Niza. Hasta ahora, algunos de los fuertes -Olano, Induráin, Rominger- han corrido cortos de preparación

Hace un año, la situación en febrero era muy parecida. Después, Jalabert ganó la París-Niza y la Milán-San Remo. Dejó muestras de su carácter.