El Tenerife toma Vallecas

Nadie hasta ayer había llegado con tanta reiteración hasta las narices de Abel. Por ahí, el Tenerife estableció un nuevo récord. Convirtió su visita a Vallecas en un admirable ejercicio de fútbol directo y vertical, con llegadas constantes, sencillas y variadas, y se llevó tres puntos que le mantienen vivo en la carrera hacia Europa. Pese a los cuatro goles, eso sí, al grupo isleño le faltó pegada. Alcanzaba con mucha claridad el área, facilitado sin duda por una defensa de plástico, pero definía con fragilidad. Su discurso fue para una ventaja mayor.,. La superioridad del Tenerife en la primera mitad fue aplastante. No acorralaba al Rayo, que hacía por llevar la voz cantante, pero lo agujereaba en cada ataque. Sin embargo, se llegó al descanso sólo con 0-1 y el Rayo, reconvertido por Marcos y sobrecargado de revoluciones en la segunda parte, castigó por ello a su rival. Le arrinconó al principio, le apagó su aseado juego de contragolpe y le colocó el empate.

Fue entonces, en los peores minutos visitantes, cuando surgió de nuevo la figura desequibrante de Felipe. Suyo había sido el pase del primer gol y suyo fue el sombrero de lujo que originó el penalti del segundo. Con el 1-2, el conjunto tinerfeño volvió a la normalidad. Retomó el mando. Y, por si acaso, mejoró más su puntería.