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Felisa vuelve a la cárcel porque la juez teme que huya. La abogada de Felisa Garcia anuncia que recurrirá ante la Audiencia de Toledo

Sólo seis días ha tardado la juez de Illescas (Toledo) en revocar su decisión de dejar en libertad bajo fianza a Felisa García, la churrera de 35 años implicada en el secuestro y asesinato en 1993 de la estudiante madrileña Anabel Segura. La juez ordenó el viernes el ingreso en Carabanchel de Felisa aduciendo la posibilidad de que ésta eluda la acción de la justicia y huya de España, según explicó ayer su abogada, Piedad Jara. El testimonio de una reclusa que ha compartido cautiverio con Felisa y "una conversación telefónica" con una asistenta social de la cárcel de Brieva (Ávila) han llevado a la juez, a tomar esta decisión, siempre según Jara.Jara recurrirá a la Audiencia de Toledo si la juez mantiene el auto de prisión. "Felisa está destrozada; me ha dicho que no puede más y que quiere quitarse la vida", comentó ayer su abogada Piedad Jara.

Y no sólo ella está derrumbada. Cuenta Jara: "Su hijo de ocho años [Felisa es madre de cuatro; el mayor de 17 años] se iba la otra noche, con el pijama puesto a la calle; su abuela vio al pequeño como si estuviera fuera de sí, alucinado...".

Este hecho se produjo la noche del 1 de marzo, horas después de que la Guardia Civil se presentase en el domicilio de Felisa y se la llevase detenida. Horas más tarde ingresó en la cárcel de Carabanchel. La Junta de Castilla-La Mancha ha concedido ayuda económica para el sostén de los hijos de Felisa, que viven al cuidado de la abuela.

Jara no entiende cómo la juez ha otorgado credibilidad al testimonio Nazaria M. G., la reclusa de Avila que ha narrado la supuesta intención de Felisa de huir de España.

Una de las pruebas que aportó Nazaria, según Jara, es que Felisa había pedido a otra interna del centro amiga suya, llamada Zuli, que acogiese a sus hijos si a sus padres les ocurría algo. Nazaria, siempre según Jara, señaló a la juez que podía corroborar su testimonio con una asistente social de la cárcel que también conocía el ofrecimiento.

Felisa, cuyo padre está "muy enfermo", según Jara, hizo ese ofrecimiento creyendo que pasaría mucho tiempo antes de que saliese de la cárcel. Y antes también del careo que mantuvo el 24 de febrero con su marido, Emilio Muñoz Guadix, encarcelado junto con Cándido Ortiz como autores del crimen de Anabel. Muñoz exculpó a su esposa del crimen de Anabel. Y dijo que amenazó a Felisa para que simulase la voz de Anabel en una grabación que él y Ortiz enviaron a la familia Anabel Segura exigiendo un rescate de 150 millones de pesetas.

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Al día siguiente del careo, Felisa quedó en libertad bajo fianza de 500.000 pesetas. La fiscalía de Toledo recurrió su puesta en libertad por entender que provocaba alarma social y por la gravedad del delito que se imputa. "La alarma social no es una razón para mantener a alguien en prisión; ya lo ha dicho el Tribunal Constitucional en el caso de Carlos Soto con el caso de la PSV', interpreta la abogada de Felisa.

La acusación particular en del caso de Anabel Segura, integrada por vecinos de Alcobendas, donde vive la familia de la fallecida, también expresó su oposición a la libertad bajo fianza tras el careo.

Tres sorpresas

Aparte de la "indefensión" que implica mantener durante cuatro meses el secreto del sumario, tres actuaciones de esta juez han sorprendido especialmente a la letrada. Una, que dictase el auto de prisión sólo unas horas después de que el secetario del juzgado de Illescas informase que Felisa podía fichar los días 1 y 15 de cada mes en los juzgados de la plaza de Castilla (Madrid), y no en el de Illescas para evitar desplazamientos. Dos, que la juez se base en el testimonio de una interna carente "de toda credibilidad". Y tres, que haya contrastado "por teléfono" con la asistente social el testimonio de Nazaria. Y que, "como indica la lógica y el sentido común", denuncia Jara, no la haya interrogado en presencia de las partes y en el juzgado.

Se da la circunstancia de que Jara y la juez Hernández son de la misma promoción en la carrera de derecho.

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