Nube tóxica sobre Rotterdam tras el incendio de un almacén del puerto

A últimas horas de la tarde de ayer los habitantes de algunos barrios cercanos al puerto holandés de Rotterdam todavía tenían que permanecer en el interior de sus viviendas para evitar los riesgos de intoxicación a raíz del incendio registrado en un depósito donde se encontraban almacenadas unas 100 toneladas de productos químicos. Para entonces los bomberos habían logrado ya controlar el incendio pero una nube de tóxicos aún se mantenía sobre la ciudad.

El siniestro se saldó con 26 heridos de los cuales 17 requirieron hospitalización aquejados de problemas en las vías respiratorias e irritaciones en los ojos.

Según infomaron anoche fuentes oficiales, la empresa propietaria del depósito carecía de los permisos para el almacenaje de productos químicos.

El alcalde de la ciudad, Bram Peper, aseguró que "la situación estaba ya bajo control". Peper explicó que las emanaciones de ácido clorhídrico y monóxido de nitrógeno que se habían liberado tras la explosión "no representaban un peligro serio para la salud".

La explosión del depósito de una empresa de transporte que contenía cientos de kilos de productos compuestos de cloro se produjo al mediodía de ayer por causas aún desconocidas provocando un gran desconcierto entre la población.

Nada más iniciarse el incendio y ante la amenaza de que se extendiera, las fuerzas del orden público comenzaron a evacuar los barrios situados en el sur de la ciudad y cuando el viento cambió iniciaron la evacuación de los barrios del norte de la zona portuaria.