Un larguísimo cable unirá un satélite al 'Columbia'
Un curioso satélite, atado por un larguísimo hilo, será dejado en el espacio esta noche por el transbordador espacial Columbia, que inició en la noche del pasado jueves una larga misión de dos semanas con cuatro astronautas estadounidenses, dos italianos y un suizo a bordo. El satélite yoyó, como se conoce familiarmente, es un proyecto italiano para estudiar la atmósfera terrestre y verificar la posibilidad de producir electricidad, en el espacio. Ya fue probado en una misión del transbordador en 1992, pero entonces un mecanismo de seguridad trabó indebidamente el cable e impidió desarrollarlo.
El cable de cobre, nailon y teflón que enlazará el satélite -de 1,6 metros de diámetro- al transbordador durante dos días tiene 2,54 milímetros de diámetro y 20 kilómetros de largo. Al ser arrastrado a través del campo magnético terrestre se espera que produzca 5.000 voltios, de la misma forma que lo hacen los generadores eléctricos en la Tierra cuando giran las bobinas en campos magnéticos estacionarios. Estos sistemas cautivos se podrán utilizar para generar electricidad para naves y estaciones espaciales, desplegar instrumentos científicos, dejar caer a tierra material de una estación o como antenas.
Mientras tanto, la estación espacial rusa Mir ha cumplido su décimo aniversario en órbita. A pesar de estar concebida para durar sólo tres años, está previsto ahora que funcione hasta el año 2000. Dos astronautas rusos lanzados el pasado miércoles reemplazarán esta semana a la tripulación ruso europea que ha permanecido durante los últimos seis meses en la Mir.
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