Inexpertos en telegenia
La trastienda de los espacios electorales origina situaciones cómicas
"Porque los obreros... ¡Leche!". Así empezaba su discurso el representante del Partido Obrero Revolucionario, que grababa el pasado jueves en Telemadrid el espacio de publicidad gratuita al que tiene derecho, según la actual normativa electoral, por presentarse a las próximas elecciones generales. Leche fue la muletilla que empleó el candidato para expresar su desesperación: otra vez se le había olvidado lo que iba a decir y no tuvo otro modo de expresarlo ante las cámaras.Cada vez que se convocan unas elecciones, decenas de pequeños partidos políticos sin apenas votantes ni representación acuden a los estudios de las cadenas públicas para grabar de manera gratuita sus spots electorales para explicar a la audiencia sus propuestas, según establece la ley. A diferencia de los grandes partidos, que planifican sus anuncios electorales con meses de anticipación y sin escatimar asesores de imagen ni medios económicos, los pequeños tienen que someterse a las normas que les dictan en las cadenas en cuestión de minutos. EL PAÍS presenció una de las primeras grabaciones realizadas en Telemadrid por cinco pequeños partidos.
Después de casi media hora de maquillaje, el representante de Acción Democrática Ciudadana, Jorge Calvo, está listo para difundir su mensaje. "Hable un poquito para calcular el sonido", le dice un técnico. "¿Que hable un poquito? ¿Y qué quiere que le diga?", responde. Calvo reconoce su falta de experiencia ante las cámaras, pero no se amilana: "Queridos y sufridos españoles...", comienza su discurso. Entre las propuestas de Acción Democrática Ciudadana está bajar el sueldo a todos los gobernantes y elegir "a jubilados solventes para los altos cargos". El final de su discurso es concluyente: "Gracias por haberme aguantado".
Los problemas de tiempo -cerca de 20 partidos tienen que grabar su espacio en Telemadrid en pocos días- impiden repetir las tomas. Debido a ello, los espectadores contemplarán en los próximos días a muchos candidatos que se trabucan, tartamudean, leen el discurso en el papel ayudándose del bolígrafo para seguir las líneas, se saltan palabras y miran con cara de póker a la cámara cuando acaban de hablar. "No es fácil grabar en estas condiciones", reconoce Benito Villaverde, de Acción Republicana, "porque nos falta práctica, ni tan siquiera lo hemos ensayado. antes".Los representantes del Partido Rojiverde -que se define de ideología "marxista, pacifista y ecologista"- traen las cosas preparadas. Tanto, que empiezan a discutir con el realizador.
"La grabación es mía. Lo tendrá que hacer como yo quiera, no como quiera él", dice Jesús Carlos Gómez, uno de los candidatos de los rojiverdes. A pesar de las disculpas del técnico y de que éste le asegura que todo saldrá como él desea -en la sala de montaje se intentan subsanar muchos errores- Gómez recela: "Si estuviera aquí el PSOE, el PP o Izquierda Unida no pasaría esto".
Los miembros de Los Verdes-rupo Verde (que se presentaron como el cuarto partido más votado en Madrid) llegaron más dispuestos a colaborar. "Vamos a poner otro cartel para que los espectadores se familiaricen con él", dice el candidato Rafael Guardo. Los Verdes, unos auténticos expertos audiovisuales comparados con quienes les precedieron, sabían que la ley les permite incluir en su espacio electoral unas inserciones grabadas previamente. Y las llevaban. Conscientes de la poca atención periodística que reciben, el candidato de Los Verdes se despidió encantado: "Gracias por la oportunidad que nos habéis dado, porque es de las pocas que tenemos para aparecer en los medios de comunicación".
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