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ESQUÍ: MUNDIALES DE SIERRA NEVADA

Conflicto diplomático con Austria

La organización monta en cólera por las declaraciones del entrenador centroeuropeo

Los campeonatos entraron ayer en guerra diplomática. Jerónimo Páez, presidente del comité organizador, montó en cólera por las declaraciones del entrenador del equipo austriaco, Werner Margreiter, criticando a la organización y publicadas en la prensa de su país. "Los trabajadores de las pistas se fueron a dormir la siesta", dijo Margreiter muy enfada do tras la suspensión del entrena miento masculino de. descenso el viernes. "Los campeonatos son una farsa, peor aún que los de Morioka. Esto no ocurre ni en una carrera infantil". Páez, ante el asombro del presidente de la Fe deración Internacional, el suizo Marc Hodler, que había sido invitado a la conferencia de prensa, pero no sabía nada de lo que iba a escuchar, estuvo más de un cuarto de hora mostrando su ira sin tapujos: "Son unas declaraciones crueles, impresentables y mentira. Ex presamos. nuestra repulsa y ya he mos enviado una protesta al embajador austriaco. Esta misma noche también cancelamos una reunión en la, Casa de Austria".Hodler trató de arreglarlo recurriendo al nerviosismo y a las eternas malas interpretaciones, con lo cual admitió el hecho y la apertura de una herida gravísima. Margreiter, que no fue invitado a la conferencia de prensa, se reafirmó en todo lo dicho, salvo en la utilización de la palabra siesta. "En Centroeuropa queremos decir con algo tan típico que en ese momento no se hizo nada, no que se fueran literalmente a dormir", señaló el técnico austriaco. Páez acudió a soltar su enojo sin haber hablado con él, sin mano izquierda, y se ha buscado la enemistad de demasiados pesos pesados de la nieve. Cuando estos Mundiales querían dar buena imagen y el sol volvió ayer a ser el rey, ha caído un chaparrón de tal calibre que salen ya noticias desde aquí con el nombre de Siesta Nevada. Malísima inversión publicitaria. El entrenamiento del viernes se suspendió porque no daba tiempo a arreglar la pista y cambiar las puertas tras el descenso de la combinada femenina y dos entrenamientos más de las mujeres.

La realidad es que los trabajadores no dieron abasto y Páez se defendió atacando: "Si los austriacos tuvieran que hacer tres carreras en un día ya íbamos a ver que hacían". Pero el enfado de Margreiter es que si se habían comprometido a un programa tenían que haberlo hecho. Y experiencia tiene en ello, aunque también se curaba en salud de: que Austria no había ganado ni una medalla hasta el momento. Curiosamente, Patrick Ortlieb ganó al día siguiente el descenso.

Páez, ante la alusión a los campeonatos de 1993, que fueron un caos a causa del mal tiempo, hizo incluso causa común con los japoneses: "Es un insulto para España y también para Japón, adonde mandaré mis declaraciones. Desmiento lo que se ha escrito. La organización está dispuesta a asumir sus responsabilidades y que no somos perfectos, pero no va a admitir declaraciones falsas". La sensación que dio Páez, sin haber hablado con Margreiter ("no quiero decir lo que opino de una persona que miente", llegó a decir) y ni siquiera con la FlS, es que tras las acusaciones africanas de Tomba y con tantos años ya de trabajo, incluido el aplazamiento de 1995, está al límite de los nervios y su diplomacia es muy limitada. Hasta se contradijo cuando habló de querer resolver los errores, pero inmediatamente añadió: "Estamos preparados y hemos desarrollado un proyecto deportivo y cultural importantísimo para esta tierra".

Hoy, desde luego, ya no habrá problemas de pistas. Aunque se deben disputar el eslalon femenino, que completa la combinada, y el descenso masculino, que inicia la prueba masculina del esquiador completo, ambas se hacen en trazados distintos al ser la primera una prueba de habilidad (entramos en la semana de las carreras técnicas) y la segunda la última carrera rápida. La austriaca Anita Wachter y la sueca Pernilla Wiberg, las mejores especialistas de eslalon, intentarán remontar sus desventajas en el descenso del viernes. Y el noruego Kjus empezará a tener su última oportunidad para no irse de vacío de Sierra Nevada repitiendo su título Olímpico de la combinada en 1994.

Picabo Street gana el descenso con autoridad

Ella misma se califica como la Tomba femenina, porque es extrovertida como el esquiador italiano y además de poseer carisma es una ganadora. La estadounidense Picabo Street continuó ayer la tradición de su país en la prueba más rápida del circuito (los Johnson, Kitt, Moe o Nelson) y ganó el descenso femenino, disciplina que domina desde la temporada pasada y como ya demostró el viernes al imponerse en el de la combinada.Su compatriota Hilary Lindh, vencedora de- la prueba de Copa del Mundo disputada aquí mismo en 1994, fue tercera, arrebatando la medalla de bronce por una centésima a la canadiense Kate Pace, la anterior campeona del mundo. La campeona olímpica alemana Katia Seizinger no pudo con Street (plata en Lillehammer tras ella), pero al menos logró una revancha relativa al conseguir la plata tras su fracaso en el supergigante.La prueba de Sierra Nevada repitió exactamente la clasificación actual de la Copa del Mundo de- descenso. Después de seis pruebas, Street es líder con ' dos victorias (Lake Louise, Canadá, y Cortina, Italia), por delante de Seizinger, también con dos victorias (St. Anton y Val d'lsere). Ambas se jugaban el título mundial quizá con el único permiso de la italiana Isolde Kostner, no sólo ganadoradel supergigante el lunes, sino de una de las pruebas de Cortina esta temporada y de dos de los cuatro entrenamientos previos a la carrera de ayer. Kostner, sin embargo, no esquió bien y se fue a la sexta plaza.

Street, en cambio, pese a un primer mal salto en el que levantó las espátulas, se desequilibró y perdió tiempo, ya corrió en posición muy agrupada y aerodinámica desde la parte alta. Ella misma contó la carrera de forma precisa. Tavo miedo del error, pues pensé, que la clave era llegar bien a la parte baja y deslizar bien los esquíes. Pero su agresiva forma de correr y la perfecta posición de piernas flexionadas y separadas, sin perder la línea, hizo el resto. Seizinger, de complexión física similar (sólo un centímetro más alta, 1,71, para los mismos 64 kilos), pareció estropearlo también en el primer salto, cuando tuvo que invertir la postura y los esquíes para seguir la línea. Pero aun así llevaba mejor tiempo que Street. Perdió realmente el título a mitad del recorrido de 3.075 metros, en el tubo Granados, cuando se levantó demasiado y no mantuvo tanto la postura aerodinámica que los esquiadores llaman de huevo, mejor para la rapidez al hacer menor resistencia al viento, pero más difícil para el control en las curvas y cambios de línea. Prefirió no arriesgar y le costó el título.

Aguas Claras, lo que significa Picabo en el lenguaje de los indios creek de Idaho, sube así su palmarés que contaba ya con la Copa del Mundo de descenso de la temporada pasada, siete pruebas del circuito, la plata en Lillehammer 94, y en la combinada ¿le los anteriores Mundiales de_Morioka 93. Ahora, a punto de cumplir los 25 años, saca todo el fruto a unos comienzos difíciles, hace seis años, cuando tuvo que adaptarse a la disciplina del equipo estadounidense. No le fue fácil a una chica de Sun Valley, educada libremente junto a su hermano, dos años mayor que ella, por unos padres que vivían al estilo hippie y sólo le pusieron el nombre cuando lo necesitó para ir con pasaporte a México. Aún recuerda lo mal que lo pasaba en la escuela, donde sólo era little girl. Ayer, original hasta con un casco en el que está pintado el mapamundi, la Tomba femenina aumentó su historia.

Clasificación

1ª Street (EE UU), 1.54.06 segundos (107,19 kilómetros por hora). Seizinger (Alemania), a 0.57 centésimas (106,65). Lindh 8EE UU), a 0,64. . Pace (Canadá), a 0,65. 5ª. Gerety (EE UU), a 0.89. 6ª. Kostner (Italia), a 0,98. 7ª., Zeller-Baehier (Suiza), a 1.06 segundos. 8ª Goetschl (Austria) y Perez (Italia), a 1.12. 10ª. Rey-Bellet (Suiza), a 1.29.

La Bomba empieza a estallar hoy

J.-J. F. Alberto Tomba tiene previsto llegar esta noche a Granada y como la estrella especial que es dormirá, en la ciudad y no subirá a Sierra Nevada hasta mañana. En realidad, ya ha hecho un esfuerzo, pues no pensaba aparecer hasta el miércoles, dos días antes de su primera prueba, el gigante. Da la sensación de que ha adelantado su llegada para dedicar sus primeras' horas a terminar de aclarar y arreglar sus primeras declaraciones en las que colocaba a la estación granadina en África y decía que difícilmente iba a poder ganar en un sitio así la medalla que en unos Mundiales le falta en su palmarés.

Tomba está pagando caro el precio de la fama y de su carácter excesivamente explosivo, que muchas veces le lleva a no calibrar a repercusión de sus gestos o palabras. El. equipo italiano fue silbado en la ceremonia inaugural por culpa del último gran esquiador de la historia y, sin duda, el que más publicidad ha dado al deporte blanco, buena y mala. Aunque en sus disculpas ha dicho que todo fue una broma durante una entrevista en la televisión alemana y volvió a echar la culpa habitual mensajero prensa, que siempre le intepreta mal para sacar noticias, parece claro que podía cuidar más lo que dice, porque ni como broma cabe comparar Granada y Sierra Nevada con Marruecos y sus montes Atlas. El que piensa en broma es que algo siente en serio.

A sus 29 años cumplidos, y cada vez más encumbrado (aunque esta temporada ni se parezca al que arrolló en la anterior), su arrogancia es ya imparable y lo más grave es que la Federación Internacional se lo permite.

Él, eso sí, utiliza a la prensa para hacerse fotos promocionando su marca de calzoncillos largos, o llama a la RAI italiana para decir que no dijo, que sólo fue una broma, y para mandar ridículos besitos a las españolas (que no a los españoles, faltaría más), como si ese alarde de cordialidad ahora tapara su metedura de pata. Es la eterna canción de amor y odio de las estrellas con los papeles, las ondas y las imágenes. Sólo suelen quererlos cuando les interesa.

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