El equipo de Antic gana en Sarriá y mantiene su diferencia sobre el Barça

En una jornada trascendente, el Atlético de Madrid mostró la firmeza que se pide a un líder. Acudió a Sarriá, reducto inaccesible desde el 15 de octubre de 1994, y se llevó la victoria en un partido fuerte, de mucho desgaste y fútbol discreto. Pero cuando se tuvo que decidir el resultado, el Atlético actuó con su eficacia habitual. La victoria dice que los rojiblancos tienen presencia de ánimo. Después del tropiezo frente al Sevilla, había que ver al equipo de Antic en un escenario nuevo: apremiado por el Barca y metido en un partido complicado. El Atlético salió reforzado de la prueba y confirmó su condición de favorito.El Barca también cumplió con su papel, aunque demasiado tarde. No ganaba fuera desde el 7 de octubre del pasado año (1-5 en el Villamarín) y ese lastre se antoja decisivo en la recta final del campeonato, a pesar de la victoria en Oviedo. Dos veteranos de la tropa azulgrana -Bakero y Amor- marcaron los goles del triunfo, insuficientes en cualquier caso para recortar distancias sobre el Atlético.

Fue otro domingo feliz para el Compostela, vencedor en Vallecas. El equipo gallego no tiene pinta de caerse. La UEFA está a su alcance. Mientras tanto, el Espanyol comienza a dar síntomas de flaqueza y el Madrid sigue en su etapa regresiva. Ahora está en tierra de nadie. El efecto eufórico que produjo la llegada de Arsenio ha desaparecido y la sensación es que el equipo está peor que nunca.

Metido en una pesadilla, el Athletic se dispone a sufrir un tormento hasta el final de temporada. Salió derrotado frente al Betis en San Mamés. La sombra del descenso cada vez está más cerca, y nada, ni la historia ni el prestigio del club, puede evitarlo. Sus tres últimos partidos en San Mames se han saldado con derrotas. Sin juego, desquiciado, mal dirigido, el Athletic tendrá que sobreponerse a todas sus carencias para salvar su vida en Primera División.