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ALGO EN LA CABEZA

Los telespectadores noruegos pudieron observar la semana pasada no sin cierta sorpresa cómo la princesa Märtha Louise compareció ante las cámaras en una larga conversación con una prostituta, Mona, en ocasión de inaugurarse un café para prostitutas y drogadictos en Oslo. Sentadas frente a una taza de café, las dos jóvenes mujeres, representantes de dos mundos tan distintos, conversaron sobre diversos tópicos, pero como es obvio fue Mona la que llevó la voz cantante. Su triste y repetida historia comenzó a los 20 años con la droga, prostitución para pagar la droga, embarazo y alejamiento transitorio de los narcóticos y posterior recaída con pérdida de la potestad sobre el niño. La prostituta comentó al diario Verdens Gang que "habían hablado como mujeres de sus problemas" y que "evidentemente, la princesa tiene algo en la cabeza, ya que en ningún momento se mostró sorprendida y comprendió mi vida".-

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