El esquí español, entre la nada y el juzgado
El bajo nivel por los desastres federativos minimizará su paso por los Mundiales
¿Existe el esquí español? El turístico nadie lo duda. En cuanto la nieve y las condiciones lo permiten se convierte en un ocio multitudinario. Pero el de competición es otra cosa bien distinta. Blanca Fernández Ochoa dejó tan vacío el deporte blanco al retirarse tras su medalla olímpica de Albertville 92, que el panorama pareció ennegrecerse definitivamente. Ya lo estaba al margen de ella. En los siguíentes Juegos de Lillehamimer 94 se confirmó hasta ridículos insospechados. Ahora llegan los Mundiales de Sierra Nevada y el panorama no puede ser más desolador. Mientras el presidente y el anterior coordinador técnico se pelean en el juzgado, participarán seis esquiadores cuyo milagro estribará en rozar el décimo puesto. Mejorarlo: sería la multiplicación de los panes y los peces, pero sin panes ni peces.Mientras el deporte español veraniego dio en gran parte un salto cualitativo fundamental en Barcelona 92, el invernal siguió anclado en la penuria del pasado. Y lo más asombroso es que desde hace muchos años bajo la presidencia de la misma persona, Segismundo Fraile, porque ni siquiera el CSD, que lo ha intentado -indirectamente, pues las federaciones son autónomas- ha encontrado alternativas para sustituirle. Fraile le debe gratitud eterna a Blanca Fernández Ochoa. Nunca un mandatario salvó tanto su sillón gracias a los éxitos o al gran nivel de una sola deportista. Incluso el hecho de que no consiguiera la medalla de bronce en el eslaIon de 1992, su última oportunidad, mantuvo el suspense más tiempo todavía.
La Federación Española que preside Fraile ha hecho repetidos intentos de sacar una élite de la masa esquiadora turística, pero ha fracasado estrepitosamente. Sólo salió Blanca, como antes lo hizo su hermano Paco, campeón olímpico de eslalon en Sapporo 72. Dos excepciones. Fraile se disculpa diciendo que el esquí es muy duro y que tener a los niños fuera de sus familias en colegios especiales cerca de la nieve es difícil que cuaje. Al parecer, en el enésimo intento, el actual, podría funcionar. Pero Sierra Nevada llega demasiado pronto y los siguientes Juegos Olímpicos de Nagano 98, quizá también * Una vez más. Fraile dijo para Lillehammer: "Vamos con los retales del pasado y niñas que están a ocho años de diferencia de Blanca. Son unos Juegos que nos vienen a trasmano". Ahora, simplemente están a seis. Aún muy lejos.
El año pasado, con el trabajo de Carlos Salvadores, un antiguo esquiador discreto, pero con sentido común, las cosas mejoraron tras la ruina técnica y personal dejada por el italiano Daniele Fioretto, ex marido de Blanca. Ainhoa Ibarra, la mejor esquiadora, logró varios puestos entre los 15 primeros en pruebas de Copa del Mundo. El grupo, aunque modesto, al fin estaba contento. El aplazamiento de los Mundiales vino bien para ganar tiempo, pero volvió el desastre cuando Fraile no pudo asumir el compromiso económico de preparación veraniega.
Calificativos y despido
Salvadores le acusó de querer subvencionar a un grupo de enchufados que él había descartado por bajo rendimiento y junto a todo el equipo -padres de esquiadores incluidos- pidieron la dimisión de Fraile y le tacharon de "incompetente, negligente, irresponsable, incapaz y mal administrador del dinero público". Más, imposible. Pero Fraile resistió y el despedido fue Salvadores, que acabó presentando una denuncia porque, según él, el gerente de la federación, Gregorio Sánchez, con ocho millones de pesetas anuales de sueldo, cobra una pensión de jubilación y tenía una empresa sin dar de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social. Fraile ha reconocido esto último y dice que lo ha arreglado tras pagar una multa. Pero pidió una rectificación pública a Salvadores por sus calíficativos y al no recibirla le contestó con una querella criminal por injurias y calumnias, que se acaba de ver en el Juzgado 42 de Madrid.
Este es el esquí español para los Mundiales. Ainhoa Ibarra y Ana Galindo fueron ambas 14 a en el gigante de Veysonnaz (Suiza), su único resultado relevante esta temporada. Pero Ainhoa está peor que la pasada. Mónica Bosch, María José Rienda -que vive en la zona-, Ovidio García y Luis Cristóbal, no han quedado ni entre los 20 primeros. Los mejores van por sitios bien diferentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.