González ve desmoralizadas a las Fuerzas de Seguridad
El presidente del Gobierno atribuye la reactivación de ETA a la división política
Felipe González esperó a que pasaran 36 horas para pronunciarse sobre el asesinato de su amigo Fernando Múgica. Lo hizo ayer, con un poso de amargura, al hilo de una entrevista en Onda Cero. Admitió que en los últimos meses se ha producido un recrudecimiento de la actividad de ETA y atribuyó una parte de responsabilidad a los errores cometidos por las fuerzas democráticas en la lucha antiterrorista. "Las propias Fuerzas de Seguridad están desmoralizadas porque en el debate político se han cometido muchos errores que no se debieran haber cometido en una democracia madura". No quiso ser más explícito para. no abrir una polémica sobre la lucha antiterrorista, pero se refería al cruce de acusaciones entre los partidos por la reinserción y por los GAL.
El presidente del Gobierno admitió que el aislamiento de ETA y la eficacia policial eran considerablemente mejores hace unos meses que ahora. Con gran contundencia de fondo y delicadeza en las formas, atribuyó a que el debilitamiento de una de las tres patas en que se basa la lucha antiterrorista, la unidad de las fuerzas democráticas, ha afectado directamente a otra de ellas, la eficacia policial, por la desmoralización de sus efectivos. "Hemos conseguido aislar mucho socialmente a ETA en los últimos años, pero en los últimos meses ha vuelto a renacer. Todos los últimos debates han sido hacerles el juego".De la tercera pata no habló, la cooperación internacional, pero la negativa a la extradición de dos presuntos colaboradores de ETA por el Consejo de Estado belga ha encendido luces de alarma en el Gobierno. "Es inconcebible que algún organismo considere que se puedan cometer delitos políticos en un país de la Unión Europea".
González no habló ayer de fechas, pero en La Moncloa sitúan el comienzo de la división de los partidos en la lucha antiterrista en julio de 1994, con la polémica que abre el secretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, sobre la reinserción de los etarras, al hilo del asesinato, en Madrid, del teniente general Francisco Veguillas por la banda ETA. Posteriormente se reabre la polémica cruzada entre partidos sobre las responsabilidades de los GAL.
Para el presidente del Gobierno, el principal problema en la lucha antiterrorista es la división de los partidos. Le da menor importancia a la fórmula de abordar las responsabilidades del entorno de ETA -KAS, Jarrai o las Gestoras pro Amnistía- por la vía de su legalización o ilegalización, como ha propuesto el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa. Aunque comparte la propuesta de Atutxa [González aludió incluso a Herri Batasuna], cree que existen instrumentos legales suficientes para combatirlos. "Sabemos que son un grupo de apoyo a ETA". No se trata tanto de la formalidad de su legalización o ilegalidad como de acumular pruebas de delito ante los tribunales y que éstos apliquen la ley, insistió horas después en una declaración en un acto de la precampaña socialista.
No obstante, recordó que los socialistas ya plantearon ante los tribunales la ilegalización de Herri Batasuna hace años, pero perdieron la batalla, "algo que sería inconcebible en países de larga trayectoria democrática como Francia o Alemania".
Aprovechó la introducción de la reinserción de los terroristas en el programa electoral del PP para acusar al primer partido de la oposición de "sembrar confusión". "Los que hablan del cumplimiento íntegro de las penas de los terroristas son los mismos que ahora hablan de reinserción porque saben que es un buen instrumento. para combatir el terrorismo. ¡Hay que ser más honestos!".
González repitió su oferta de realizar un debate público en televisión con José María Aznar, y rechazó la propuesta de Onda Cero de ampliarlo a tres, con la participación de Julio Anguita. "Sólo hay dos personas con posibilidad de acceder al Gobierno y ése es el debate que quiere la gente. Al PP a lo mejor no le conviene ese debate y cree que puede sacar algo ampliándolo a tres. Necesita a su acólito Anguita. Representa la izquierda que conviene a la derecha. Nosotros no podemos hacerles ese juego".
Aseguró, frente a determinadas insinuaciones, que tiene todo su patrimonio personal en España. Y le comprometió a no contribuir a enrarecer el clima político si los socialistas pasan a la oposición tras el 3 de marzo.
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