EL QUIRÓFANO
La isla y el archipiélago
Noruega. Un equipo sin gracia, pero con algo. Un fútbol de regreso a los orígenes. Atletas fuertes, solidarios, atentos, con una cierta idea de equipo. Balón arriba, alguien que lo baje y el medio campo que lo busque. Un fútbol primario y sin gracia pero que nunca muere. Noruega estuvo en el último Mundial, donde amargó a Italia, y se ha clasificado para la Eurocopa por delante de Holanda.
Dos equipos. El del primer tiempo, con muy poca creatividad. En realidad, sólo Kiko, y cuando entró. Antes Guerrero había ofrecido su inagotable capacidad de llegada, pero no gran claridad para concebir fútbol. Kiko, sí. Kiko inventó. Fue una isla de imaginación. En la segunda parte la isla se convirtió en archipiélago, porque a Kiko se unieron Caminero y Fran, también con ganas de inventar. Salieron algunas cosas buenas, pero el equipo no está organizado para la imaginación. Incluso echó en falta a Hierro. Sin su presencia como doble tapón junto a Donato el equipo perdió alguna firmeza. Cada vez parece más difícil meterle creatividad a este diseño de Clemente.
La defensa. Fue la mala noticia. No hubo seguridad. Sin grandes cosas, Noruega dio muchos sustos, y aunque buena parte de ellos son achacables a Cañizares, que navegó en todas las salidas por alto, hubo otros problemas. Ni con la línea de cuatro, Ferrer, Alkorta, Abelardo y Sergi, ni con la posterior de Alkorta, Nadal, Abelardo y Sergi, se vio seguridad en la defensa.
Galvana general. España está clasificada para la Eurocopa. Los jugadores saben que Clemente ya tiene su idea, que les está agradecido y que cuenta con ellos, por más que le hablen de raúles, ivanes, santis o lardines. Además, tienen por delante un resto de temporada duro e intenso en sus clubes, y no están para regalar esfuerzos.
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