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Entrevista:JOSÉ HIERROPREMIO REINA SOFÍA DE POESÍA

"Madrid no entra por los ojos, sino por el corazón"

Vive sometido a los dictados del verso. Con una espontaneidad incontrolable, es la poesía quien decide dónde, cómo y cuándo manifestarse. Le obliga a ser un jubilado activo, que sale de casa para trabajar. Ha de ser una lírica bohemia, cuando sólo se deja concebir en un bar urbano y muy ruidoso, vetando a su creador el manejo de herramientas más modernas que la pluma. De no ser tan conocido, José Hierro, Madrid 1922, pasaría por un maniático juglar que sólo se inspira frente a una copa de anís. Pero tiene explicaciones materiales a cuanto le sucede, e insiste en que su oficio no tiene nada de divino. El premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía, necesita la poesía como un enfermo sus remedios, y preferiría estar sano. Santander fue la ciudad que le educó pero lleva 40 años en Madrid, en la casa que compró por 300.000 pesetas, con otro galardón, el Juan March en 1959.Pregunta: ¿Cómo es posible hacer versos en un bar?

Respuesta: Porque el único sitio donde no soy capaz de escribir, es en mi casa. Puede ser una fijación de cuando mis hijos eran pequeños y no me dejaban tranquilo; cuando me quedo en casa solo, por vacaciones, me pasa lo mismo.

P. Llamará mucho la atención de camareros y clientes.

R. Es un bar con bastante jaleo. Suena la televisión y un par de tragaperras, pero yo me meto en mis papeles y se acabó. Los camareros me han visto alguna vez en los periódicos y en la televisión, pero con ellos jamás hablo de literatura.

P. Usted que dice aspirar el aroma de las ciudades. ¿A qué huele Madrid?

R. En mi vida hay tres sitios: Valencia, y sobre todo Santander y Madrid. El olor de Santander abre los pulmones, el de Madrid, las conciencias. Aquí se puede vivir con intimidad, respirando un aire contaminado y amistoso.

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P. ¿Añora el mar?

R. Su ausencia es una imprevisión de los gobernantes, el único defecto que tiene esta ciudad.

P. ¿Qué Ie trajo a Madrid?

R. La vida. Ella te lleve allá donde puedes sobrevivir. Madrid no me parece especialmente bella, es como esas personas que no deslumbran al primer golpe de vista, y te hechizan con el tiempo. Madrid no entra por los ojos sino por el corazón. No sé por qué demonios, su apariencia sencilla, nada monumental,posee ese extraño en canto.

P. ¿Y qué hace en Titulcia los fines de semana?

R. Nada, nada y nada. Quizá algún trabajo del campo, pero nada que tenga que ver con leer o escribir. Lo más que ojeo son los titulares de prensa. La naturaleza es tan hermosa, que trabajar me parece una profanación.

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