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Pedidos a pedal

Nace la primera compañía madrileña de mensajeros montados en bicicleta

Antonio Jiménez Barca

Para poner en pie la empresa con la que une¡ sueña, a veces no hacen falta más de 600.000 pesetas. Eso es lo que han invertido, a razón de 100.000 cada uno, los seis fundadores de la primera compañía madrileña de mensajeros en bicicleta, que mañana comenzará a repartir y recoger paquetes y cartas por las calles de la ciudad.Trébol, que así se llama la empresa, la componen, en régimen de cooperativa, cinco chicos y una chica. Los primeros se encargarán de llevar y traer los encargos; la labor de la segunda consistirá en coordinar a sus compañeros a fin de ahorrar tiempo. Para ello, Israel Sandoval, de 25 años, permanecerá pegada a un teléfono y moverá en un mapa, a cada novedad, alguna de las cinco chinchetas que simbolizan a sus ciclistas. Lo que ahora es una compañía con licencia fiscal era hace cuatro meses un grupo de seis amigos enamorados de las dos ruedas. Convencidos de que la bicicleta es el vehículo con más futuro en una ciudad atragantada de tráfico, se pusieron en verano en contacto con una mensajería catalana parecida a la que siempre habían deseado levantar. Y sus compañeros barceloneses les informaron de le, que hacía falta, de lo que había que hacer y de lo que era necesario aprender.

Rubén Solís, de 24 años, un hombre capaz de recorrer todos los días en bicicleta los 18 kilómetros de Nacional-V que separan Móstoles de Madrid, asistió en otoño a un curso de viabilidad de empresas en el Imade (Instituto Madrileño de Desarrollo); alquilaron después un local en Lavapiés por 50.000 pesetas, consiguieron los permisos y mañana se lanzarán a defender una vieja idea.

Son ecologistas, van contracorriente, pero no les falta el olfato práctico de quien está en el paro o estudia sin mucha esperanza de encontrar trabajo: "En gasolina, las empresas normales de mensajeros se dejan el 20% de los gastos; y la bici no es tan rápida como una moto, pero llega antes", señala Solís, que ha aprendido bien las lecciones impartidas en el Imade: "Lo primero que haremos con los primeros ingresos será recapitalizar la empresa por si vienen mal dadas después". Confían en su vehículo y eso les infunde optimismo. "Nosotros, podemos callejear, subirnos por la acera, burlar los atascos, saltarnos algún semáforo que otro", explica Francisco Javier Martínez, de 26 años.

Aseguran que son capaces de ir desde la plaza de Lavapiés a la Puerta de Sol, a cualquier hora, en tres minutos; y de la plaza de Castilla al Puente de Vallecas en 15.

Y les gusta. Eso sí, lamentan el poco caso que hace el Ayuntamiento de Madrid a las dos ruedas. Han oído hablar de una iniciativa: francesa: a petición de los propios parisienses, que recuperaron el amor perdido a la bicicleta al. verse obligados a tirar de ella debido a las últimas huelgas en el transporte público, el Ayuntamiento de París creará próximamente 13 kilómetros de carril-bici.

Trébol. Teléfono 530 32 32.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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