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La UEFA y Bruselas se alejan en el 'caso Bosman'

Representantes de la UEFA y de la Comisión Europea se entrevistaron ayer por primera vez desde que el Tribunal de Luxemburgo sentenciara el caso Bosman el pasado 15 de diciembre y declarara ilegales tanto las cuotas de jugadores comunitarios como el pago de indemnizaciones por traspasos de jugadores que ya han acabado su contrato. El encuentro fue "educado, pero no de guante blanco", "la discusión ha sido muy franca", reconocieron los comisarios europeos Karel van Miert (Competencia) y Padraig Flynn (Empleo y Asuntos Sociales) al término de la reunión.

Los tres representantes de la UEFA -Jean Fouret (miembro del comité ejecutivo), David Will (responsable de las relaciones con la UE y, vicepresidente de la FIFA) y el asesor jurídico Alistair Bell- abandonaron la sede de la Comisión, en Bruselas, sin realizar ninguna declaración y con cara de pocos amigos. Fue la mejor estampa del clima de la reunión: distanciamiento absoluto."Seguimos teniendo diferencias fundamentales", admitieron los comisarios tras la reunión. La UEFA se ha declarado dispuesta a acatar la sentencia pero realiza una interpretación completamente distinta a la de la Comisión. A juicio de Bruselas, la sentencia "no sólo hay que interpretarla, hay que aplicarla. No podemos vivir en la ilegalidad permanente y el tiempo pasa". Bruselas reiteró su absoluta disposición a emprender acciones contra el órgano futbolístico europeo si éste no cambia de actitud.

Karel van Miert insistió en que Bruselas está dispuesta a discutir las alternativas que le sean presentadas, "siempre y cuando se basen en un sistema de solidaridad de los clubes grandes con los pequeños, pero no si se sigue basando en el pago de indemnizaciones individuales por el traspaso de jugadores", aunque subrayó que la Comisión "tiene muy poco margen de maniobra". Insistió también en que la sentencia se debe aplicar a las Ligas de los países comunitarios y a las competencias europeas.

Los pilares del tratado

Admitió una vez más que los Estados pueden cambiar el Tratado de Maastricht para legalizar de nuevo los traspasos y las cuotas de jugadores, pero advirtió, al igual que su colega Padraig Flynn, que "eso afectaría a uno de los pilares básicos del Tratado: la libre circulación de trabajadores. Eso hay que tenerlo muy en cuenta y hay que saber que la Comisión Europea se opone a esa solución". Citó como una de las alternativas posibles el reparto de los derechos de televisión.Los comisarios transmitieron también a la UEFA la advertencia de que aunque el Tribunal de Luxemburgo sólo cita el artículo 48 del Tratado (libre circulación), la sentencia afecta también al artículo 95 (libre competencia) y señalaron con énfasis que "el fútbol es un negocio", no una actividad cultural que deba ser protegida. A juicio de Van Miert, "no es cierto que la aplicación inmediata de la sentencia distorsione la competición por introducir nuevas normas a media temporada ya que las normas se aplicarían a todos a la vez y en el mismo momento".

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