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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Réplica

Referente a la larga queja que don Carlos Hernanz Carrasco formula en su propio nombre y en el de varios espectadores sobre diversos incidentes ocurridos en el cine Canciller el pasado día de Navidad, como máximo responsable del mencionado complejo de multisalas, quisiera formular las siguientes precisiones que por un lado aclaran y por otro conducen a la justa verdad de las manifestaciones semiveraces y en algunos puntos tergiversadoras de la realidad realizadas por dicho señor.En primer lugar, aclarar que los cines Canciller, como otros muchos cines de España y como la totalidad de los cines europeos, expiden localidades sin numerar.

En la taquilla de los cines y en lugar bien visible puede leerse el siguiente cartel:

"Localidades sin numerar. No se garantiza la situación o distribución de las butacas libres dentro de la sala".

Por si fuera necesaria mayor aclaración, esto significa que el cliente tiene siempre garantizada la butaca para la película y sesión indicada en la entrada, pero no su ubicación dentro de la sala.

Dice don Carlos Hernanz que llegó a la sala "unos quince minutos antes del comienzo del pase de la película y en ese momento se estaba proyectando algo en la pantalla". Como es fácil comprender, esto es totalmente imposible, dado que por los horarios y pases anteriores y posteriores no se puede empezar la película antes de su horario correspondiente.

Más bien ocurrió lo contrario, que don Carlos Hernanz Carrasco y sus acompañantes llegaron a la sala con la película ya empezada, con todo el público ocupando sus lugares y quedando libres tan sólo sus butacas, que lógicamente se encontraban dispersas, por lo que se negó a ocuparlas aduciendo que él quería tener todas las plazas juntas.

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Una vez puesto en contacto con el encargado de la sala, éste atendió las reclamaciones de los clientes hasta que el tono del denunciante de la carta adquirió tintes de una manifiesta mala educación, rayando en la grosería.

Como reconoce don Carlos Hernanz, nuestro encargado hizo lo que tenía que hacer, ofrecerle el libro de reclamaciones, y como ello no logró calmarle, avisar a la policía. Curiosamente, este señor dice que fue "puerilmente amenazado" por el responsable del cine con avisar a la policía. Con sinceridad, no entiendo cómo alguien se siente amenazado cuando se requiere la presencia de la policía para aclarar una situación, salvo que se tenga mala conciencia.

En cuanto a las dudas que tiene don Carlos Hernanz Carrasco sobre si el Ayuntamiento podrá comprobar unos hechos ya pasados, quiero manifestar que los mismos son de fácil comprobación ya que el billetaje es expendido por un ordenador con un programa oficial, propiedad del Ministerio de Cultura.

No entro en las consideraciones que hace don Carlos Hernanz sobre el terrorismo, la delincuencia común y otras lacras sociales, así como en que lo que está fallando en nuestro país, pero desde luego sí creo firmemente que nosotros no hemos fallado y que es muy fácil tergiversar unos hechos y que no siempre el cliente tiene razón.

Sepa don Carlos Hernanz que nuestros empleados tienen órdenes tajantes de ser amables y serviciales con los clientes, pero no serviles, y que cuando son insultados o -amparándose en el anonimato- amenazados, han de actuar con firmeza, como en el caso que nos ocupa.

Adjunto a la presente remito fotocopia de la comparecencia hecha en la comisaría de Ventas por el encargado del cine el día 26 de diciembre de 1995.

Para más inri, el día 17 de enero publican, bajo el titular de Corto no autorizado para menores una queja de don José Ramón Jiménez de Garnica referente a la proyección en el cine Roxy B (curiosamente también de nuestra cadena de cines) de un trailer con "una tétrica escena de violencia y rnuerte" antes de proyectar la película La llave mágica (esta última de carácter infantil).

Pues bien, permítasenos esta vez exculparnos de la forma más simple: el cine Roxy B no ha proyectado nunca la mencionada película La llave mágica ni el tan dañino trailer, por lo cual don José Ramón Jiménez de Garnica, denunciante de los hechos, debió ver esa película y tan nefasto avance en otro cine de Madrid.

Sirva esto, señor director, para manifestarle que en esta queja se menciona en dos ocasiones al cine Roxy B de una forma bastante vejatoria, con el consiguiente daño a la imagen que se puede producir de cara a los lectores y posibles espectadores, precisamente en un local que acabamos de reinaugurar.

Por supuesto, que es sano y loable que su periódico, al igual que los demás medios de comunicación sirvan de escaparate para que los ciudadanos puedan expresar sus opiniones o sus quejas de forma pública, pero sería igualmente sano y loable que un medio de comunicación de la importancia de EL PAÍS hiciera, cuanto menos, algún esfuerzo para comprobar la veracidad de dichas manifestaciones cuando, como es el caso que nos ocupa, pueden ocasionar daños irreparables a terceros inocentes.

En este caso, señor director, le hubiera bastado con comprobar la cartelera de los cines que publica diariamente su propio periódico. Muy atentamente.-

consejero delegado de Sociedad Madrileña Cinematográfica, SA, y Cines Retiro, SA.

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