Arrate ratifica a Stepanovic hasta final de temporada

El Athletic rompió todos los pronósticos y confirmó ayer la continuidad de Dragoslaw Stepanovic en el banquillo de San Mamés. José María Arrate, presidente de la entidad rojiblanca, no sólo ratificó al técnico sino que lo hizo hasta final de temporada apelando a la filosofía del club y a la triste imagen ofrecida en los últimos 10 años saldados con otros tantos entrenadores en el banquillo. A tenor de las declaraciones del presidente en la decisión, consensuada y no unánime de su junta directiva, han primado más que argumentaciones técnicas aspectos estéticos y una apelación a la paciencia en espera de mejores resultados. En apenas cinco días el presidente del Athletic ha pasado de un ultimátum a una confirmación sin mediar resultados favorables.

En opinión de la junta directiva la dinámica actual del Athletic era inconveniente para un club "autodeterminado en su filosofía" que se ha trazado un camino a pesar de los efectos derivados de la abolición del derecho de retención y de los que sobrevendrán de la sentencia por el caso Bosman en el futuro. La relación entre la continuidad de Stepanovic como síntoma de normalidad, y la filosofía del club, fue el hilo argumental y sorprendente de la decisión.

Sin embargo, a nadie se le escapa que las declaraciones de algunos pesos pesados del vestuario (Guerrero, Etxeberria, Goikoetxea), y no del vestuario en su conjunto, han podido inclinar la balanza en favor del técnico serbio, discutido por una parte de la junta directiva y por un sector mayoritario de los socios.

Arrate, apelando a la filosofía y a la unión social por encima de consideraciones técnica, ha preferido jugar fuerte. No sólo frenó la anunciada sustitución del entrenador sino que le otorga ahora la confianza hasta el final de temporada. En cierto modo compromete su futuro al del actual técnico del Athletic. Quizá por ello reclamó manos libres en el tiempo de su mandato y recluir a su término el juicio final de los aficionados.El presidente rojiblanco negó desavenencias en su junta directiva aunque reconoció la existencia de opiniones dispares, finalmente consensuadas por el bien del club. En ese capítulo de negaciones eludió la posibilidad de un nuevo ultimátum al técnico "porque nadie puede trabajar con la espada de Damocles en la cabeza". Asimismo negó que la continuidad de Stepanovic estuviera determinada por la existencia de un contrato blindado que resultara gravoso para el club bilbaíno.

El Athletic ha decidido confiar en Stepanovic y el presidente ha ligado su futuro al del técnico hasta el mes de mayo. El domingo, frente al Oviedo, ambos comienzan a jugarse su crédito.