Banquillos eléctricos
La española es la Liga de Europa que más entrenadores ha destituido
El reposo de Gil no ha servido de mucho. La Liga española sigue a la cabeza de Europa en el número de entrenadores despedidos. El campeonato español puede presumir de ser el plusmarquista europeo. En ningún país del continente se han firmado más finiquitos. No hay mejor marca que los nueve que acumula ya este campeonato. La distinción, sin embargo, es efímera. La ley de la selva futbolística es implacable y la muerte del entrenador, inevitable. Sólo es cuestión de saber cuándo y cómo lo van a cazar. Hace un año, por ejemplo, el entrenador alemán era presa fácil; ahora vende más cara su piel. Hace un año se registró una criba en el fútbol inglés que parece haber servido para sentar bases de estabilidad. Pero, en España, la tendencia no desciende. El interruptor de los ceses sigue permanentemente encendido.De hecho, las sillas en los banquillos de España tienen imagen de ser las más eléctricas. Toda Europa ha contemplado con una mezcla de asombro y sonrisas el desfile interminable de inquilinos por el banquillo del Calderón, algo que permitió a su dueño, Jesús Gil, alcanzar el calificativo de tragaentrenadores [así le bautizó la prensa italiana]. Y toda Europa recuerda el inverosímil despido de Radomir Antic del Real Madrid, cuando tenía situado al equipo del Bernabéu en lo más alto de la tabla.
La cuestión, además, ha adquirido carácter de ceremonia. Salvo raras excepciones, como la que vivió hace una semanas Vicente Miera en el Racing [fue despedido por lanzar unas declaraciones ofensivas al pueblo cántabro], todas las destituciones siguen un guión similar, un ritual sagrado que nadie se atreve a modificar. Y siempre, claro, bajo la coartada infalible de los malos resultados. Cuando éstos llegan toda la maquinaria se activa: la prensa pregunta mecánicamente por la cercanía de las medidas drásticas; los directivos las rechazan públicamente con solemnidad, al tiempo que empiezan a manejar el relevo en todas sus conversaciones privadas; los represantes llenan los despachos del club de currículos inmejorables que pertenecen, supuestamente, a los posibles sustitutos; la afición toma posiciones; los jugadores que menos juegan se frotan las manos... Y finalmente, una Junta Directiva reunida en pleno [es necesario siempre este requisito formal] decide, "muy a su pesar y por unanimidad", firmar la ejecución. Así, una y otra vez hasta convertirse en un elemento imprescindible del fútbol moderno.
Sociedades anónimas
Ni siquiera tuvo influencia la llegada de las sociedades anónimas, que iban a frenar la tendencia devoratécnicos del campeonato español según sus promotores. La temporada actual no ha hecho nada para corregir esta imagen de volatilidad. España sigue a la cabeza, aunque el fútbol belga -hundido en una terrible crisis de nivel de juego- arroja cifras que son, cuando menos, comparables. Entre los 18 clubes del campeonato, siete han cambiado de entrenador. Si admitimos el paso fugaz del veterano Raymond Goethals por el banquillo del Parc Astrid, el Anderlecht incluso resulta comparable con el Sevilla y otras entidades que han recurrido, en poco más de media temporada, a tres técnicos distintos. El campeón belga inició la carripaña bajo la batuta del recién incorporado Herbert Neumann para luego fracasar con estrépito en la ronda preliminar de la Liga de Campeones y abrir una enorme vía de agua en el casco económico del club. Ahora lo dirige el inquilino anterior del banquillo, Johan Boskamp.El dato llamativo es que la liga italiana, que genera las mismas presiones -si no mayores que la española, se ha mostrado cautelosa en unos despidos tal vez condicionados por las dificultades económicas experimentadas por gran parte de sus clubes y los altos niveles de compensación. La liga alemana ha obrado con similar cordura, mientras la inglesa se acerca a la recta final con 19 de los 20 técnicos todavía en carrera.
El único caído corresponde al colista, el Bolton Wanderers, que despidió a Roy McFarland el pasado 2 de enero para simplemente abrir paso a su ayudante, Colin Todd. Dada la situación del Bolton -tres victorias en 24 encuentros- la reacción de la directiva parece modesta. El campeón vigente, el Blackburn Rovers, realizó un desastroso debú en la Liga de Campeones pero, pese a ganar un solo partido cuando ya estaba eliminado, mantuvo su fe en Ray Harford. Resulta interesante especular con la fecha del despido de Jorge Valdano si el Madrid hubiera hecho una campaña similar.
Nadie como España
En la Liga portuguesa también se han producido varios relevos y, entre ellos, el del Bénfica, un caso muy ilustrativo: Artur Jorge ha dejado el puesto a Mario Wilson en espera que Paolo Autuori se haga cargo del equipo la próxima temporada.Pero nada ni nadie como España. El Sevilla, por dos veces, el Racing, el Rayo, el Madrid, el Celta, la Real, el Sporting, el Valladolid... Ocho equipos han cambiado ya de entrenador. El Athletic, que tiene a Stepanovic, al borde del cese, amenaza con engordar crecer la lista. Para un año que Gil se había concedido unas vacaciones...
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